El campo de concentración de Buchenwald se estableció el 16 de julio de 1937 en el monte Ettersberg, a siete kilómetros al norte de la ciudad de Weimar, que desempeñó un papel importante en el desarrollo de la cultura alemana y fue el hogar de muchos grandes hombres, como Goethe, Schiller, Lutero, Bach y Liszt, entre otros. Los dos lugares: Weimar -símbolo de la grandeza de la cultura alemana- y Buchenwald, manifestación de la barbarie nazi, se yuxtaponen a menudo cuando se habla de la historia de Alemania.
El propósito inicial era encarcelar a los opositores al régimen y a otros indeseables alemanes, pero en los ocho años de su existencia pasaron por el campo alrededor de 240.000 reclusos de 30 nacionalidades -se calcula que unos 56 ,000 de ellos fueron asesinados o murieron por las duras condiciones. En 1938, unos 2.000 judíos fueron llevados a Buchenwald desde Austria, y tras la Noche de los Cristales, otros 10.000 judíos alemanes fueron encarcelados en el campo. Fueron sometidos a un terror brutal. 600 de ellos perecieron; los demás fueron liberados después de comprometerse a abandonar Alemania.
Durante los años de la guerra, el campo albergó a muchos prisioneros políticos y la población del campo creció hasta 37.000 en 1943 y 63.000 a principios de 1944.
Los prisioneros políticos comunistas de Buchenwald formaron un movimiento clandestino, que consiguió sabotear el trabajo en las fábricas de municiones y pasar armas de contrabando al campo. Varios de sus miembros también se dedicaron a salvar la vida de los reclusos. Algunos de estos reclusos del movimiento de resistencia rescataron a reclusos judíos y fueron reconocidos como Justos entre las Naciones por Yad Vashem. Entre ellos: Walter Kraemer, que sacó ilegalmente a un prisionero judío del «Campo Pequeño» para que recibiera tratamiento médico y que fue asesinado por negarse a las órdenes del médico de las SS; Willi Bleicher, que rescató a Stefan, el hijo de tres años del médico judío polaco Dr. Zacharia Zweig; Wilhelm Hammann que era el jefe del barracón 8 donde estaban los niños, entre ellos el rabino Lau, y que hizo que los niños sustituyeran los parches que los identificaban como judíos; Walter Sonntag que impidió la evacuación de los judíos de su barracón -el bloque 49- el 6 de abril de 1945, salvándolos así de la marcha de la muerte.
En enero de 1945 los alemanes comenzaron a evacuar Auschwitz y otros campos del Este ante el avance del Ejército Rojo. Con estas marchas de la muerte llegaron a Buchenwald muchos miles de internos, muchos de ellos judíos. El número de reclusos aumentó a 86.000. Los reclusos judíos fueron puestos en el llamado campo pequeño y en un campo de tiendas de campaña donde las condiciones eran terribles.
El 6 de abril de 1945, cuando las fuerzas americanas estaban cerca, los alemanes comenzaron a evacuar el campo. Entre 15.000 y 25.000 internos murieron en el proceso. La resistencia del campo consiguió retrasar la evacuación y cuando el campo fue liberado el 11 de abril de 1945, había 21.000 supervivientes, entre ellos 4.000 judíos y 1.000 niños.