7 estrategias para calmar el autismo

Para los niños con autismo, hay muchas cosas a lo largo del día que pueden desencadenar inesperadamente estrés y frustraciones. Ya sea por la sobrecarga sensorial del sonido, el tacto o cualquier otra cosa, los niños autistas pueden tener dificultades para procesar y comunicar estas experiencias. He aquí siete estrategias para calmar el autismo que ayudan a aliviar los signos de estrés. Cada niño responde de forma diferente, por lo que se trata de probar diferentes técnicas para calmar el autismo y descubrir qué es lo que funciona para calmar la sobrecarga sensorial en el autismo.

Comunicación

La comunicación es crucial en las técnicas para calmar a los niños con autismo, pero a veces puede ser una lucha. Por ello, la forma de comunicarse con ellos es importante:

  • Con un tono calmante y suave
  • Hablando con respeto
  • Mostrando que estás escuchando
  • Apreciando sus frustraciones

Darles espacio

A veces tu hijo puede necesitar un poco de tiempo para sí mismo para practicar estrategias de autocalmado para el autismo. Si se sienten sobreestimulados, tratar de abrazarlos o hablarles a veces puede empeorar la situación. Si hay una zona tranquila y segura para que se siente, permítele tener ese tiempo para sí mismo, y podrá acudir a ti cuando esté preparado. Se trata de entender a tu hijo y lo que es correcto para él. No te preocupes, esto lleva tiempo, pero lo conseguirás y encontrarás algo que funcione para ellos.

Cambio de escenario

Si el entorno les está provocando agitación, retíralos del entorno y cámbiales el escenario. Tenlo en cuenta para futuros viajes, así sabrás qué evitar. Si es algo en su entorno familiar lo que le está provocando el estrés, cámbialo. No funcionará intentar cambiar al niño – la situación tiene que cambiar para él.

Aplicar presión

Muchos niños autistas responden bien a la presión profunda, haciéndoles sentir seguros y ayudando a sus músculos a relajarse.

Hay varias formas de conseguirlo:

  • Una manta con peso
  • Colocar varias mantas
  • Un apretón fuerte
  • Masajes

Introducir Input Vestibular

Algunas rabietas pueden deberse a una falta de estimulación. Por ejemplo, si un niño autista está lanzando cosas, puede ser indicativo de una necesidad de input vestibular. En estos casos, columpiarlo en un columpio o dejarlo ir en el trampolín es una excelente manera de abordar la situación. Igualmente, si tu hijo es bastante pequeño, levantarlo y hacerlo girar puede tener el mismo efecto. Con el tiempo, podrás captar las cosas que desencadenan a tu hijo y cómo evitarlas en el futuro.

Distráelos

Si sabes que a tu hijo le gusta un objeto o juguete en particular, ya sea su peluche favorito o un juego en su teléfono, ofrecerle estos objetos puede ser una excelente manera de volver a centrar su atención en otro lugar y calmarse. Si les gusta ser creativos, proporciónales unos lápices de colores y papel para que puedan centrarse en otra cosa, o incluso desahogar sus frustraciones a través del dibujo.

Crear un entorno sensorial

Una de las técnicas más eficaces para calmar el autismo es tener un espacio sensorial en el que se sientan seguros, estimulados y relajados. Ya sea una sala sensorial completa, un rincón sensorial o unos pocos productos sensoriales, un entorno sensorial tiene multitud de beneficios para los niños autistas. La exposición regular a un entorno sensorial de este tipo ayuda a los niños autistas a filtrar una gran cantidad de información sensorial entrante que puede ser una sobrecarga y, en cambio, a organizar la información y mejorar su comunicación. Los productos sensoriales son excelentes para reducir la ansiedad, mejorar el comportamiento y el estado de ánimo, mejorar la comunicación, etc. Los tubos de burbujas y la fibra óptica son sólo algunos de los objetos que son excelentes para los niños con autismo.

Si está interesado en crear un entorno sensorial, no dude en ponerse en contacto con nosotros.

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