Para poner fin al rechinar de dientes, puede ser útil identificar la causa raíz. Hay múltiples factores que pueden provocar el bruxismo, como el estrés, la ansiedad, la hiperactividad, las reacciones a la medicación, la desalineación de los dientes y cualquier fuente de dolor, como los dolores de crecimiento, las lesiones, los dientes que se caen, etc. Los niños suelen dejar de rechinar los dientes cuando estos factores desaparecen o cuando les crecen los dientes adultos. Sin embargo, algunos mantienen el hábito hasta la adolescencia.
Si esto le ocurre a su hijo, tiene varias opciones. El dentista de su hijo puede recomendarle un protector nocturno para proteger los dientes en los casos en que el bruxismo esté causando daños. La cobertura dental de los protectores nocturnos -comúnmente denominados «protectores oclusales»- varía, así que compruebe su plan para saber si están cubiertos.
Esté atento a los indicadores comunes de estrés como los cambios de comportamiento, las dificultades para dormir y los cambios en el apetito. Si el rechinar de dientes de su hijo es resultado del estrés, intente identificar y abordar los factores de estrés hablando directamente con su hijo. Además, puede ayudar con algunas medidas tranquilizadoras en torno a la hora de la siesta y la hora de acostarse.
– Evite dar a su hijo cafeína, especialmente antes de acostarse.
– Designe de 10 a 30 minutos para establecer una rutina consistente. Esto podría incluir actividades calmantes como leer un libro o escuchar música relajante.
– Apague los aparatos electrónicos para que su hijo tenga el tiempo adecuado para relajarse y prepararse para dormir. La Fundación Nacional del Sueño sugiere un toque de queda para los dispositivos digitales de 30 minutos a dos horas antes de la siesta o la hora de acostarse.