Uretra, conducto que transmite la orina desde la vejiga al exterior del cuerpo durante la micción. La uretra se mantiene cerrada por el esfínter uretral, una estructura muscular que ayuda a mantener la orina en la vejiga hasta que pueda producirse la micción.
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Debido a que la uretra está anatómicamente unida a las estructuras reproductivas, sus características en el varón son muy diferentes a las de la mujer. La uretra masculina tiene una longitud de entre 18 y 20 cm y pasa a lo largo del pene antes de vaciarse. En su salida de la vejiga, la uretra pasa por la glándula prostática, y los conductos seminales de los testículos entran en la uretra a cada lado, convirtiéndola en la vía de transmisión del semen y de descarga de la orina. La uretra masculina puede dividirse en tres secciones: la uretra prostática (el segmento más alto dentro de la próstata), la uretra membranosa (el segmento dentro del esfínter uretral) y la uretra esponjosa (la sección más baja y larga dentro del pene). Pueden reconocerse otras secciones, como la uretra preprostática (en el cuello de la vejiga) y la fosa navicular, la uretra pendular y la uretra bulbosa, todas ellas subdivisiones de la uretra esponjosa. Además, la uretra masculina puede describirse en términos de una región posterior (uretras prostática y membranosa) y una región anterior (uretra esponjosa).
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La uretra femenina está incrustada en la pared vaginal, y su abertura está situada entre los labios. La uretra femenina es mucho más corta que la masculina, ya que sólo mide 4 cm (1,5 pulgadas). Comienza en el cuello de la vejiga y se abre al exterior justo después de pasar por el esfínter uretral.
La uretra puede verse afectada por alguna de las diversas afecciones. En la hipospadias, un trastorno congénito, la uretra se abre en la parte inferior del pene. Tanto la uretra masculina como la femenina están sujetas a la uretritis, una condición inflamatoria a menudo provocada por una infección. La estenosis uretral, o estrechamiento de la uretra, también puede estar causada por condiciones de desarrollo, así como por inflamación, infección o lesión. El cáncer de uretra es una afección poco frecuente, más común en las mujeres que en los hombres; el riesgo está influido por los antecedentes de cáncer de vejiga, así como por las afecciones asociadas a la inflamación crónica de la uretra (por ejemplo, infecciones frecuentes del tracto urinario). Los síntomas habituales de la inflamación o la infección incluyen dificultad para orinar, micción frecuente, disuria (dolor al orinar) y sangrado o secreción del orificio uretral. Una condición oscura conocida como síndrome uretral puede ser diagnosticada cuando los síntomas indicativos de infección uretral están presentes pero la infección demostrable está ausente.