El nódulo sinusal es el marcapasos del corazón. Es el responsable de generar los impulsos eléctricos que estimulan la contracción del músculo cardíaco. La taquicardia sinusal se refiere a una frecuencia cardíaca más rápida de lo normal.
El nódulo sinusal está regulado muy cuidadosamente por el cerebro. Durante la actividad normal, la frecuencia de disparo del nódulo sinusal se mantiene en función de las necesidades metabólicas del organismo. El sistema nervioso estimula el nodo sinusal para que se dispare más rápido en momentos de mayor actividad, por ejemplo, durante el ejercicio. Del mismo modo, el nodo sinusal se dispara más lentamente durante los momentos de disminución de la tasa metabólica, por ejemplo durante el sueño.
La taquicardia sinusal se refiere a una frecuencia cardíaca más rápida de lo esperado. En un adulto sano, la taquicardia sinusal suele significar una frecuencia cardíaca superior a 100 latidos por minuto. Los bebés y los niños tienen frecuencias cardíacas en reposo más rápidas que los adultos, por lo que los criterios de taquicardia sinusal son diferentes. Para un bebé, la taquicardia sinusal suele significar una frecuencia cardíaca superior a 160-170 latidos por minuto. En un niño en edad escolar, la taquicardia sinusal suele considerarse una frecuencia cardíaca superior a 120 latidos por minuto.
La mayoría de las veces la taquicardia sinusal no es un problema, sino una respuesta fisiológica normal del cuerpo. El cerebro es muy bueno para controlar la frecuencia cardíaca en función de las necesidades metabólicas del cuerpo. Durante el ejercicio, por ejemplo, las necesidades metabólicas del cuerpo y de los músculos aumentan drásticamente. Por lo tanto, el cerebro envía señales a la frecuencia cardíaca para que aumente la cantidad de sangre y oxígeno que el cuerpo necesita. La taquicardia sinusal es un hallazgo esperado en este contexto. La taquicardia sinusal también es muy común en otras respuestas al estrés del cuerpo. Por ejemplo, el dolor, la fiebre o la emoción hacen que el cuerpo libere adrenalina, lo que aumenta la frecuencia cardíaca. De nuevo, la taquicardia sinusal en este contexto es esperable y normal.
Ocasionalmente se puede observar que un niño tiene una frecuencia cardíaca más rápida de lo esperado, y posteriormente se le remite a un cardiólogo pediátrico para que evalúe la taquicardia sinusal. Lo más habitual es que un niño sea derivado porque tiene la sensación de palpitaciones. En este caso, el niño siente que su corazón late rápidamente. El cardiólogo pediátrico trabaja entonces para determinar si estos síntomas se deben a una taquicardia sinusal esperada, o a algo más preocupante como una taquicardia supraventricular.
La taquicardia sinusal patológica primaria en niños es rara. Casi siempre la taquicardia sinusal es causada por un problema secundario fuera del corazón. Por ejemplo, la fiebre, la infección, el hipotiroidismo, la anemia o cualquier otro problema que aumente la tasa metabólica puede provocar taquicardia sinusal. Asimismo, la taquicardia sinusal puede observarse en cualquier estado que produzca un aumento de la cantidad de adrenalina, por ejemplo con la ansiedad u otros trastornos emocionales.
La taquicardia sinusal primaria causada por un problema relacionado con el corazón suele deberse a algún tipo de afección infecciosa o inflamatoria con el corazón. La inflamación del músculo cardíaco (miocarditis) o del revestimiento del corazón (pericarditis) puede producir taquicardia sinusal.
La taquicardia sinusal en sí misma no suele requerir tratamiento. De nuevo, suele ser una respuesta fisiológica normal del organismo y, por tanto, perfectamente adecuada.