¿Qué es la hipopigmentación?

El tratamiento de la hipopigmentación depende de la causa. Muchas personas optan por no tratar la hipopigmentación si no causa ningún síntoma molesto.

No hay cura para el albinismo. Sin embargo, las personas con albinismo tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. Deben tener cuidado con la exposición al sol y utilizar siempre protección solar.

Las personas con albinismo también tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de visión, por lo que deben intentar llevar gafas de sol y un sombrero de ala ancha cuando sea necesario.

En otros casos, puede no ser necesario el tratamiento. Por ejemplo, las personas que desarrollan hipopigmentación debido a una lesión pueden descubrir que su piel vuelve a su color normal con el tiempo sin necesidad de tratamiento.

La hipopigmentación debida a la pitiriasis alba también puede no requerir tratamiento. En muchos casos, las manchas blancas desaparecen por sí solas.

Una persona puede optar por utilizar una crema tópica con esteroides que puede ayudar a disminuir la decoloración de la piel. Una loción hidratante también puede ser útil para reducir la sequedad y el picor que pueden producirse con la afección.

Aunque no existe una cura para el vitíligo, ciertos tratamientos pueden ayudar a reducir las manchas blancas en la piel.

Según la Academia Americana de Dermatología, algunos corticosteroides tópicos y la fototerapia pueden ser útiles.

Aplicar corticosteroides a la piel puede ayudar a añadir color, pero pueden tener efectos secundarios y pueden hacer que la piel se vuelva seca y frágil.

El vitíligo también puede tratarse con un láser, que se utiliza en la piel dos o tres veces por semana durante varias semanas. En algunas personas, estos resultados son sólo temporales, y las manchas blancas vuelven a aparecer con el tiempo.

También se puede utilizar una terapia combinada que utiliza el medicamento psoraleno y la terapia de luz para tratar la hipopigmentación. El medicamento se aplica sobre la piel o se toma por vía oral antes de utilizar la fototerapia en la zona afectada.

Este tratamiento suele tener que repetirse dos o tres veces por semana durante un año. El psoraleno combinado con la fototerapia suele ser más eficaz que la fototerapia sola.

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