Para un amante del café, la práctica de empezar el día con una infusión fuerte está arraigada en nuestra rutina matutina. Imagínese la alegría y la anticipación de tomar ese primer sorbo de una taza aromática… sólo para que sea arruinado por una ola de amargura persistente.
Contrariamente a la creencia popular, la amargura no es causada por la fuerza del café. Para ponerlo en perspectiva, un Kopi-Gao no debería saber más amargo que un Kopi estándar. Tampoco es cierto que el café más oscuro sea más amargo.
Nadie puede permitirse el lujo de empezar sus mañanas con una nota amarga (figurada y literalmente), así que repasa esta lista para saber qué está causando el amargor de tu café y cómo solucionarlo la próxima vez que te prepares una taza.
Tamaño del molido
En la elaboración del café, una talla no sirve para todos. Si tu taza tiene un sabor amargo, la razón más probable es que tus granos de café son demasiado finos. Cuanto más fino sea el molido, más lenta será la velocidad de filtración del agua a través de los posos. Esto da como resultado una infusión demasiado extraída que es amarga, hueca e insípida.
La solución es utilizar un café molido más grueso para su próxima taza. ¿Sigue siendo demasiado amargo? Ajusta el tamaño del molido en consecuencia para encontrar ese punto dulce que se adapte a tus papilas gustativas.
¿Sabes que hay un tamaño de molido recomendado para cada cafetera? Aquí tienes una práctica guía.
La proporción áurea entre el café y el agua
¿Su taza está amarga pero débil y diluida? Una proporción incorrecta de agua y café podría ser la causa.
Para ponerlo en perspectiva, usar un galón de agua y dos cucharaditas de café en polvo simplemente no dará resultado. Cuando se vierte demasiada agua sobre esos posos, el agua adicional extrae los compuestos «remanentes» que hacen que una infusión sea amarga.
La solución es seguir la proporción dorada de 1:17. Por cada gramo de café, utilice 17 gramos de agua para hacer esa taza ideal. El uso de una balanza digital te asegurará que las proporciones sean perfectas en todo momento.
Aquí tienes nuestros 6 accesorios de café más útiles para ayudarte a preparar mejor.
Temperatura del agua
Si eres de los que sólo toman café cuando está hirviendo, estás rompiendo las reglas de la preparación. Muchos estamos acostumbrados a verter agua recién hervida sobre los posos; sin embargo, la temperatura ideal para una extracción óptima es ligeramente inferior al punto de ebullición, entre 90°C y 96°C.
El agua más allá de esa temperatura destruye los aceites y sabores de los granos. Los compuestos y el aroma de los granos se liberarán demasiado rápido, provocando un sabor desagradable de baja calidad. Por otro lado, el agua poco caliente ralentiza el proceso de extracción. Como resultado, los granos no pueden alcanzar la plena expresión de su sabor.
Asegurar una temperatura del agua consistente y precisa es una de las cualidades más importantes de la elaboración del café. La solución más sencilla es utilizar un termómetro de espuma de leche de barista, o dejar que el agua recién hervida repose durante un minuto antes de verterla sobre los posos.
Tiempo de elaboración
Si dejas una bolsita de té en el agua durante demasiado tiempo, lo único que conseguirás es una taza de té con sabor amargo. Lo mismo ocurre con el café; si el tiempo de infusión es demasiado largo, se produce una sobreextracción.
Este problema es más común con la prensa francesa, ya que la gente tiene la tendencia a no retirar los posos incluso después de presionar el émbolo. Esto permite la liberación continua de sustancias químicas amargas que estropean una buena taza.
Consulte el tiempo de preparación recomendado en la parte posterior de su paquete de granos de café o hable con su barista si lo compra en el mostrador. Si prefiere tomar su café a sorbos durante un periodo de tiempo prolongado, transfiéralo a un termo antes de arriesgarse a una infusión amarga.
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Contenido de cafeína
La calidad y el sabor de tus granos no sólo están totalmente determinados por el método de elaboración, sino también por el contenido de cafeína que afecta al amargor de la infusión.
En función de su método de preparación del café, averigüe la cantidad de cafeína que contiene su taza de café.
El origen del grano, así como su variedad y el modo de cultivo pueden afectar al sabor del producto final. El café se cultiva en más de 50 regiones de todo el mundo, lo que significa que la altitud, la temperatura y las condiciones de cultivo varían.
Por ejemplo, los granos como el Robusta se cultivan en regiones más bajas que tienen climas más cálidos que promueven el crecimiento no sólo de la planta de café sino de los pesticidas. Estos granos tienden a tener un mayor contenido de cafeína que actúa como un insecticida natural.
En cambio, los granos como el Arábica se cultivan en regiones de gran altitud como Colombia y Kenia. La elevación proporciona un clima más fresco que permite que los granos maduren progresivamente, produciendo un café ácido y aromático de menor contenido de cafeína.
Aprenda la diferencia entre los granos Arábica, Robusta y Liberica.
Asegúrate de comprobar el origen, el contenido de cafeína y las notas de sabor del café antes de comprar tu próxima bolsa de granos.
Equipo sucio
¿Cuándo fue la última vez que lavaste el depósito de agua de tu cafetera? Si no recuerdas exactamente cuándo, entonces es hora de hacer una limpieza de primavera.
Con el tiempo, la acumulación de minerales del agua se acumula a lo largo del interior de la resistencia de la máquina. Esa acumulación se conoce como cal; un depósito duro y blanquecino que causa problemas en el calentamiento y en la extracción de los sabores de los granos.
Aunque su equipo de café parezca brillante por fuera, recuerde darle un pequeño fregado o utilizar un descalcificador, ya que hay residuos molestos que podrían pasarse por alto. Si prefieres utilizar un descalcificador casero, aquí tienes cómo hacerlo.