Ciclo de respuesta sexual, patrón de eventos fisiológicos que ocurren durante la excitación sexual y el coito. Tanto en el hombre como en la mujer, estos acontecimientos pueden identificarse como una secuencia de cuatro etapas: excitación, meseta, orgasmo y resolución. El patrón básico de estas etapas es similar en ambos sexos, independientemente del estímulo sexual específico.
En la fase de excitación, el cuerpo se prepara para la actividad sexual tensando los músculos y aumentando el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. En el varón, la sangre fluye hacia el pene, provocando su erección; en la mujer, las paredes vaginales se humedecen, la parte interna de la vagina se ensancha y el clítoris se agranda. En la fase de meseta, la respiración se vuelve más rápida y los músculos continúan tensándose; el glande de la cabeza del pene se hincha y los testículos se agrandan en el hombre; en la mujer, la parte externa de la vagina se contrae y el clítoris se retrae.
En el orgasmo, la tensión neuromuscular acumulada en las fases anteriores se libera en pocos segundos. En la mujer, la vagina inicia una serie de contracciones regulares; en el hombre, el pene también se contrae rítmicamente para expulsar el esperma y el semen (eyaculación). La siguiente fase de resolución conlleva una vuelta gradual al estado de reposo que puede durar varias horas. En el hombre, el pene vuelve a su tamaño normal; en la mujer, la vagina y otras estructuras genitales también vuelven a su estado anterior a la excitación. La etapa de resolución en los hombres contiene un período refractario de varios minutos a algunas horas, durante el cual el hombre es incapaz de seguir excitándose sexualmente. Las mujeres no tienen este período refractario y pueden volver a excitarse rápidamente desde cualquier punto de la fase de resolución.