El vitíligo es una enfermedad en la que las manchas de la piel pierden su color. Esto ocurre cuando los melanocitos, las células responsables de producir el pigmento de la piel, se destruyen. El vitíligo puede afectar a cualquier parte del cuerpo y puede darse en personas de cualquier edad, etnia o sexo.
Afecta aproximadamente al 1% de la población y puede ser una enfermedad emocional y socialmente devastadora. Especialmente frustrante para muchos es su imprevisible progresión, que puede ser lenta o rápida.
Hasta ahora, no hay cura para el vitíligo. Pero hay nuevas esperanzas en el horizonte, gracias a investigaciones recientes que están mejorando nuestra comprensión de las vías implicadas en esta afección y las posibles nuevas formas de tratarla.
El cuerpo ataca a las células responsables de producir el pigmento de la piel
En general, se cree que el vitíligo es una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunitario de una persona ataca por error a su propio cuerpo (en este caso, ataca a los melanocitos). Además, los melanocitos de las personas con vitíligo parecen incapaces de lidiar con el desequilibrio de antioxidantes y radicales libres dañinos en el cuerpo, lo que provoca el daño y la muerte de las células.
Aunque la mayoría de las personas con vitíligo son por lo demás sanas, existe una asociación entre el vitíligo y la enfermedad tiroidea (ya sea por exceso o por defecto de actividad de la tiroides). Con menor frecuencia, se presenta junto con otras afecciones autoinmunes, como el lupus o la diabetes de tipo 1.
La fototerapia y los tratamientos tópicos pueden ayudar
Existen varios tratamientos destinados a devolver el color a la piel despigmentada. Uno de los tratamientos más antiguos y eficaces es la fototerapia (terapia de luz) con luz ultravioleta B (UVB). Para este tratamiento, la piel despigmentada se expone a la luz UVB varias veces a la semana, ya sea en una clínica o en casa.
La fototerapia se utiliza a menudo en combinación con medicamentos tópicos que se aplican a la piel. Los tratamientos tópicos incluyen esteroides tópicos, inhibidores tópicos de la calcineurina (como el tacrolimus o el pimecrolimus) o análogos tópicos de la vitamina D (como el calcipotriol y el tacalcitol). El psoraleno, un tipo de medicamento que antes se utilizaba junto con la fototerapia, ha caído en desuso. Los medicamentos tópicos también pueden utilizarse por sí solos, sin fototerapia, aunque cuando se utilizan los dos tratamientos juntos, los pacientes suelen obtener mejores resultados.
Si las zonas despigmentadas son extensas, también existe la opción de utilizar medicamentos tópicos para blanquear la piel no afectada, acercando su color a las zonas despigmentadas.
Si los tratamientos médicos no son efectivos, el tratamiento quirúrgico puede ser una opción para ciertas personas. Se pueden tomar injertos de piel normalmente pigmentada, normalmente de las nalgas o las caderas, y transferirlos a las zonas despigmentadas de las partes más visibles del cuerpo.
Nuevos tratamientos para el vitíligo pueden estar en el horizonte
Recientemente, varios estudios interesantes han analizado una clase de medicamentos llamados inhibidores JAK como una posible nueva opción de tratamiento. Los inhibidores de JAK se dirigen a un tipo de vía de comunicación inmunitaria que no se había utilizado antes en el vitíligo. Se cree que estos medicamentos actúan reduciendo los niveles de sustancias químicas inflamatorias que impulsan la progresión de la enfermedad y estimulando el rebrote de los melanocitos.
Un estudio, publicado en JAMA, analizó el inhibidor de JAK tofacitinib; otro estudio, publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology, analizó el inhibidor de JAK ruxolitinib. Ambos informaron de resultados prometedores para la repigmentación en personas con vitíligo cuando el inhibidor de JAK se utilizó junto con la fototerapia UVB.
Aunque estos estudios iniciales analizaron pequeños grupos de pacientes, se están llevando a cabo varios estudios a mayor escala para evaluar cómo los inhibidores de JAK orales y tópicos pueden mejorar el vitíligo. Los datos preliminares de estos ensayos más amplios muestran resultados prometedores en cuanto a la repigmentación, especialmente en la cara. Se espera que estos resultados conduzcan finalmente a la aprobación por parte de la FDA de los inhibidores de JAK para el tratamiento del vitíligo. Por ahora, debido a que la FDA todavía los considera fuera de etiqueta para su uso en el vitíligo, estos medicamentos rara vez están cubiertos por el seguro para el tratamiento del vitíligo, y por lo tanto pueden ser bastante caros.
El apoyo psicosocial es una parte clave del tratamiento del vitíligo
Un diagnóstico de vitíligo puede cambiar la vida. Los pacientes pueden luchar con la autoestima o la depresión, y a menudo tienen que lidiar con el estigma social, debido a la incomprensión sobre el carácter contagioso de la enfermedad. Por ello, las personas con vitíligo suelen beneficiarse del apoyo psicosocial, además del tratamiento médico.