Sin embargo, aparte de la tierra fértil y el agua dulce, el terreno que rodea el yacimiento está bastante desprovisto de recursos minerales, por lo que todos los metales y las piedras semipreciosas, como el lapislázuli y la cornalina, fueron importados al yacimiento desde largas distancias, desde las tierras altas de Irán y Anatolia.
Excavaciones
Uruk-Warka fue excavada inicialmente por el explorador británico William Loftus en la década de 1850, pero pronto se dio por vencido, decepcionado al no encontrar los espectaculares relieves de muros de piedra que Layard y Botta habían descubierto recientemente en las grandes ciudades asirias del norte de Mesopotamia, en Nimrud y Nínive. Desde 1912, con algunos interludios, Uruk-Warka ha sido objeto de un programa de excavación a largo plazo por parte del Instituto Arqueológico Alemán, que ha publicado numerosos y sustanciosos volúmenes de informes sobre sus trabajos en Uruk-Warka.
La última vez que visité Uruk-Warka fue en 1990. Somos conscientes de que en los últimos años ha habido muchas excavaciones ilícitas en sitios arqueológicos en la región del sur de Irak, donde muchos sitios antiguos se encuentran en zonas remotas y desprotegidas. No obstante, hasta ahora parece que las autoridades locales han conseguido evitar el saqueo a gran escala de Uruk-Warka.
Todos esperamos que un día -en un futuro no muy lejano- los arqueólogos puedan reanudar su trabajo en este extraordinario yacimiento arqueológico; un sitio de reyes legendarios, escritura primitiva y fama bíblica.
Este artículo es un extracto del artículo completo publicado en el número 23 de World Archaeology. Haga clic aquí para suscribirse