Triage

¿Qué es el Triage?

El Triage es una forma de gestión de procesos que acelera la atención al paciente en hospitales y centros de salud. También lo utilizan las empresas que necesitan flujos de trabajo más rápidos para proyectos con plazos ajustados.

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Triage

Los puntos clave

  • Triage es un protocolo de gestión que estructura el flujo de trabajo entrante por prioridad para que el trabajo más crítico sea atendido primero.
  • La práctica se utiliza con mayor frecuencia en hospitales y otros entornos sanitarios, adquiriendo especial importancia en la respuesta a catástrofes, campos de batalla u otras emergencias.
  • Elriage también tiene aplicaciones en empresas no sanitarias al crear una estructura para priorizar proyectos, actualizaciones, publicaciones y otras necesidades corporativas puntuales.
  • Elriage ayuda a las empresas al permitirles atender rápidamente las emergencias, pero también plantea riesgos, ya que suele implicar la eliminación de ciertos pasos que consumen mucho tiempo y que normalmente forman parte del flujo de trabajo.

Entendiendo el Triage

El Triage se refiere a la práctica de dividir el trabajo o los clientes entrantes por nivel de prioridad, de manera que las prioridades más altas sean atendidas primero. El triaje es especialmente importante en situaciones médicas de emergencia como las que se dan en el campo de batalla o tras accidentes civiles catastróficos. El personal sanitario utiliza el triaje médico cuando el número de pacientes que llegan supera la capacidad normal del centro médico o de la sala de urgencias. Todo el personal médico aprende los procedimientos de triaje para que los pacientes con las afecciones más graves reciban atención en primer lugar.

Ejemplos de triaje en la empresa

La gestión de procesos es una parte importante de la gestión de proyectos en las empresas, especialmente en aquellas que lanzan varios productos simultáneamente. Por ejemplo, los equipos de desarrollo encargados de actualizar las versiones de software utilizan ahora sprints ágiles en los que las mejoras se realizan continuamente y se lanzan a los clientes en plazos rápidos. Dentro de la misma empresa de software, un cliente importante descubrirá fallos graves que requieren una respuesta rápida para salvar el negocio. Los ingenieros de software trabajan en un modo de triaje para priorizar los problemas más importantes a medida que trabajan en la lista de problemas.

La mayoría de las situaciones de gestión de procesos de triaje se originan con los clientes, los pacientes o las presiones de plazos externos. Por ejemplo, los editores de libros lanzan la mayoría de sus nuevos títulos con un calendario editorial y de producción establecido de un año o más, lo que permite a todos planificar con antelación la publicación programada. Las editoriales también tienen un sistema que les permite poner un proyecto en un calendario rápido a través de un equipo de triaje editorial y de marketing especializado. Esto es lo que se hace más a menudo con un libro político importante o una biografía de una celebridad en la que el editor quiere ser el primero en salir al mercado.

El triaje es más eficaz cuando se utiliza en función de las necesidades -en respuesta a emergencias o problemas urgentes- y no como el protocolo normal del día a día para gestionar un hospital u otro negocio.

Cuando el triaje se convierte en la norma

Un riesgo para los equipos de gestión médica y empresarial ocurre cuando los procesos de triaje comienzan a convertirse en la norma. Existe la tentación, una vez que un equipo demuestra que puede hacer un seguimiento rápido de un proyecto, de pensar que todos los proyectos pueden ser manejados de esta manera. Cuando los equipos intentan aplicar este enfoque a varios proyectos, el resultado final es casi siempre una disminución de la calidad y el servicio. El triaje, por definición, debe eliminar algunos de los pasos que consumen tiempo que se ven en los procesos de mejores prácticas. Por ejemplo, un equipo de desarrollo de software que lanza un nuevo producto podría asignar menos horas de control de calidad de lo normal.

Cuando todo se convierte en un proyecto apresurado, el personal puede sobrecargarse y desmoralizarse trabajando largas horas bajo constantes presiones de plazos. Esto, a su vez, conduce a errores que un proceso normal detectaría. La gestión eficaz de los procesos comienza en la cúpula directiva y requiere sensibilidad para determinar qué proyectos necesitan realmente ser acelerados y cuáles pueden seguir los procesos normales. Si hay que acelerar cada vez más proyectos, normalmente se necesita más mano de obra, por lo que cada decisión de gestión tomada sobre la necesidad de triaje tiene un coste.

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