«La gente llega a tu vida por una razón, una temporada o una vida. Cuando descubras cuál es, sabrás qué hacer por cada persona». — autor desconocido
Cuando alguien está en tu vida por una RAZÓN, suele ser para satisfacer una necesidad que expresaste hacia afuera o hacia adentro. Han llegado para ayudarte a superar una dificultad; para proporcionarte orientación y apoyo; para ayudarte física, emocional o espiritualmente. Pueden parecer un regalo del cielo, y lo son. Están ahí por la razón por la que necesitas que estén ahí. Entonces, sin ninguna mala acción por tu parte o en un momento inoportuno, esta persona dirá o hará algo que pondrá fin a la relación. A veces mueren. A veces se alejan. A veces se portan mal o se salen y te obligan a tomar una posición. Lo que debemos comprender es que nuestra necesidad ha sido satisfecha, y su trabajo está hecho. La oración que enviaste ha sido respondida y ahora es el momento de seguir adelante.
Cuando alguien está en tu vida por una TEMPORADA, es porque ha llegado tu turno de compartir, crecer o aprender. Te aportan una experiencia de paz o te hacen reír. Puede que te enseñen algo que nunca has hecho. Suelen darte una cantidad increíble de alegría. Créelo. Es real. Pero sólo durante una temporada.
Las relaciones de por vida te enseñan lecciones de por vida, esas cosas que debes construir para tener una base emocional sólida. Tu trabajo es aceptar la lección, amar a la persona y poner en práctica lo que has aprendido en todas las demás relaciones y áreas de tu vida.
Reto de la semana: Presta atención a la razón por la que alguien está en tu vida y al impacto que está causando
¿Es la razón por la que nos envían para recordarnos? A veces perdemos de vista nuestros objetivos o lo que realmente importa. Nuestro mejor sentido del juicio se nubla y es durante momentos como estos que algunas personas nos muestran el camino correcto. Nos recuerdan qué es lo que más importa y por qué elegimos nuestros caminos en primer lugar.
¿Es la razón por la que son enviados para despertarnos? A veces dejamos que las riendas de la vida caigan de nuestras manos, dejando que se mueva sin nuestra participación. Nos sentimos demasiado cómodos o distraídos como para tomar activamente el control y dirigir nuestras propias vidas hacia sus objetivos. Es durante situaciones como estas que ciertas personas entran en nuestras vidas para despertarnos hacia nuestras metas.
¿Es la razón por la que son enviados para proporcionarnos el tan necesario ánimo? Enfrentarse a montañas de retos y fracasos es suficiente para desanimar a cualquiera. Muchas veces en el transcurso de nuestras vidas, nos enfrentamos a una situación que parece imposible de conquistar, donde el fracaso parece inevitable. Normalmente es entonces cuando alguien interviene para ayudarnos a alentarnos, y ayudarnos a encontrar nuestras fuerzas para continuar.
¿La razón por la que se nos envía es para ayudarnos a crecer? El crecimiento es un proceso continuo de nuestra vida. Nos guste o no, las situaciones nunca permanecen iguales y van cambiando, lo que nos obliga a adaptarnos y a crecer en consecuencia. Nos ayuda a despojarnos de nuestros defectos anteriores y a transformarnos en la persona que estamos destinados a ser. La mayoría de las veces, estos cambios se producen gracias a los desencadenantes proporcionados por otra persona. Son las personas que realmente nos impulsan hacia nuestro crecimiento.
Cada persona que se cruza en nuestro camino es importante a su manera. Su importancia no debe ser ignorada si deseamos crecer y tener éxito en nuestras vidas.
¿Quién ha llegado a tu vida que debes agradecer? ¡Acércate a ellos esta semana y hazles saber el impacto que han tenido en ti!