Sin chispa, no habría forma de que el combustible se encendiera en la cámara de combustión. Las bujías han sido un componente crítico del motor de combustión interna durante años. Las bujías están diseñadas para transmitir una señal eléctrica enviada desde la bobina de encendido en un momento predeterminado para crear una chispa que encienda la mezcla de aire y combustible dentro de la cámara de combustión. Cada vehículo requiere un tipo particular de bujía fabricada con materiales específicos y con una separación de bujías designada por un mecánico durante la instalación. Unas bujías buenas quemarán el combustible de forma eficiente, mientras que unas bujías malas o defectuosas pueden hacer que el motor no arranque en absoluto.
Las bujías son similares al aceite de motor, a los filtros de combustible y a los filtros de aire en el sentido de que requieren una revisión y un mantenimiento rutinarios para que el motor siga funcionando bien. La mayoría de los vehículos vendidos en los Estados Unidos requieren que sus bujías sean reemplazadas cada 30,000 a 50,000 millas. Sin embargo, algunos coches, camiones y todoterrenos más nuevos tienen sistemas de encendido avanzados que aparentemente hacen innecesario el cambio de bujías. Independientemente de cualquier garantía o reclamo hecho por un fabricante de vehículos, sigue habiendo situaciones en las que una bujía se desgasta o muestra signos de falla.
A continuación se enumeran 6 síntomas comunes de bujías desgastadas o bujías que se han ensuciado y necesitan ser reemplazadas por un mecánico certificado ASE tan pronto como sea posible.
Aceleración lenta
La causa más común de la mala aceleración en la mayoría de los vehículos es un problema en el sistema de encendido. Los motores modernos de hoy en día tienen múltiples sensores que indican al ordenador de a bordo y al sistema de encendido cuándo enviar impulsos eléctricos para encender la bujía, por lo que el problema puede ser un sensor defectuoso. Sin embargo, a veces el problema es tan simple como una bujía desgastada. Una bujía está compuesta por materiales que trabajan juntos para producir una chispa lo suficientemente caliente como para encender la mezcla de aire y combustible. Cuando esos materiales se desgastan, la eficacia de la bujía se reduce, lo que puede reducir significativamente la aceleración del vehículo.
Si nota que su coche funciona con lentitud o no acelera tan rápido como antes, puede atribuirse a una bujía defectuosa que necesita ser reemplazada. Sin embargo, debe ponerse en contacto con un mecánico para que inspeccione este problema, ya que podría estar causado por otros múltiples factores, como filtros de combustible en mal estado, inyectores de combustible sucios u obstruidos, o problemas con los sensores de oxígeno.
Poca economía de combustible
Una bujía que funcione correctamente ayuda a quemar el combustible de forma eficiente en el ciclo de combustión. Cuando esto ocurre, su coche puede lograr una economía de combustible mejor que la media. Cuando la bujía no funciona de forma óptima, con frecuencia se debe a que la separación entre los electrodos de la bujía está demasiado cerca o demasiado lejos. De hecho, muchos mecánicos sacan las bujías, las examinan y ajustan la separación a los valores de fábrica, en lugar de sustituir la bujía por completo. Si su vehículo tiene un aumento en el consumo de combustible, bien podría atribuirse a una bujía desgastada.
El motor falla
Si el motor falla, normalmente se debe a un problema en el sistema de encendido. En los coches modernos, suele deberse a un mal funcionamiento del sensor. Sin embargo, también puede deberse a un cable de bujía o a que la punta de la bujía que se conecta al cable está dañada. Un fallo de encendido del motor puede ser notado por sonidos intermitentes de tropiezo o chisporroteo del motor. Si se permite que el motor siga fallando, las emisiones de gases de escape aumentarán, la potencia del motor disminuirá y el ahorro de combustible se reducirá.
Salto o vacilación del motor
Puede notar que el motor vacila al acelerar. En este caso, el motor no está respondiendo correctamente al conductor. Puede aumentar repentinamente la potencia y luego reducir la velocidad. El motor está aspirando más aire del que debería en su proceso de combustión, causando el retraso en la entrega de potencia. La combinación de vacilación y sobrecarga podría indicar un problema de bujías.
Relentí áspero
Una bujía mala puede hacer que su motor suene áspero al ralentí. El sonido de agitación que abarca el vehículo también hará que su vehículo vibre. Puede indicar un problema de bujías en el que un cilindro falla sólo durante el ralentí.
Difícil de arrancar
Si tiene problemas para arrancar su vehículo, podría ser una señal de que sus bujías están desgastadas. Como se ha indicado anteriormente, el sistema de encendido del motor se compone de múltiples componentes individuales que deben trabajar de forma cohesionada para funcionar correctamente. A la primera señal de problemas para arrancar su coche, camión o SUV, es una buena idea ponerse en contacto con un mecánico certificado para que eche un vistazo a la causa.
Independientemente de cuál sea el problema, es posible que acabe necesitando bujías nuevas cuando las suyas acaben desgastándose. Ser proactivo en el mantenimiento de las bujías puede alargar la vida de su motor en cientos de miles de kilómetros.