Suzy Favor Hamilton, la ex corredora olímpica de media distancia y acompañante de lujo, habla de su batalla con la enfermedad mental, y de cómo la manía la controlaba y obligaba en la competición, pero también en la vida. Suzy ha escrito unas memorias desgarradoramente honestas y a la vez esperanzadoras que recuerdan a Manic, Electroboy y Una mente inquieta.
Durante la década de los 90, la tres veces olímpica Suzy Favor Hamilton era la niña mimada del atletismo estadounidense. Corredora destacada, importante portavoz de ropa deportiva y esposa felizmente casada, era el modelo de una vida activa, sana y saludable. Pero su fachada perfecta ocultaba una oscura verdad: una depresión maníaca y un trastorno bipolar que impulsaban su obsesión por rendir y ganar. Durante años, después de dejar la pista, Suzy luchó con su enfermedad, así como con la pérdida de una amiga íntima, los sentimientos encontrados sobre la maternidad y su matrimonio, y la vergüenza persistente sobre su carrera deportiva. Tras un diagnóstico erróneo y una recomendación de medicación que no hizo más que exacerbar su manía y volverla hipersexual, Suzy emprendió un nuevo camino y asumió una nueva identidad. Impulsada por una nueva confianza en sí misma, una sensación de fuerza e independencia y un deseo que no podía reprimir, se convirtió en una acompañante de alto precio en Las Vegas, trabajando como «Kelly»
Pero Suzy no podía mantener su doble vida en secreto para siempre. Cuando finalmente se descubrió, la hizo entrar en un temerario período suicida en el que la única opción parecía ser la de salir. Finalmente, con la ayuda de su devoto marido, Suzy consiguió la ayuda médica que necesitaba. En estas sorprendentes y francas memorias, Suzy relata su viaje para superar sus demonios, revelando cómo una mujer acostumbrada a controlar físicamente su cuerpo aprendió a reconciliarse con su inestable mente. Es la historia de cómo una competidora suprema consiguió su victoria más importante: recuperar su vida de los estragos de una enfermedad mental no tratada. Hoy, gracias al diagnóstico y a la terapia, Kelly ha pasado a la sombra, pero Suzy está construyendo una vida mejor, día a día. Al compartir su historia, Suzy está decidida a concienciar, proporcionar comprensión y ofrecer inspiración a otras personas que se enfrentan a sus propios retos.