Antes de entrar en la maravilla del día de hoy, vamos a probar algo. Coge un lápiz y un papel. ¿Los tienes? Bien, ahora sujeta el lápiz con la mano con la que sueles escribir. Escribe tu nombre en el papel. ¡Bien, eso fue fácil! Pero ahora, cambia. Sujeta el lápiz con la otra mano, y escribe tu nombre de nuevo.
Si eres como el 99 por ciento de las personas, escribir con la otra mano era más difícil. Pero si has podido escribir con ambas manos con facilidad, ¡felicidades! Puede que seas ambidiestro.
Ser ambidiestro significa que puedes usar ambas manos con igual habilidad. Ya sea escribiendo, lavándose los dientes o lanzando una pelota, puedes hacerlo igual de bien con cualquiera de las dos manos. Aunque muchas personas zurdas también utilizan bastante bien la mano derecha, muy pocas personas son realmente ambidiestras. Sólo un uno por ciento de las personas puede hacer las cosas igual de bien con cualquiera de las dos manos.
¿Puedes recordar la elección de tu mano dominante? La mayoría de la gente diría que no. Usar la mano derecha o la izquierda suele ser más natural. Entonces, ¿cómo se determina la lateralidad?
Los expertos aún no se ponen de acuerdo en la respuesta a esta pregunta. Algunos creen que es genético. Creen que los niños heredan la lateralidad de sus padres, al igual que el color del pelo y de los ojos. Otros creen que la lateralidad se aprende. Eso explicaría por qué la mayoría de las personas son diestras: los adultos les enseñaron a usar la mano derecha. Y otros expertos creen que la lateralidad se desarrolla muy pronto, posiblemente incluso en el útero.
Independientemente de cómo se produzca la lateralidad, mucha gente se hace la misma pregunta. ¿Se puede entrenar para ser ambidiestro? Durante un tiempo, fue muy popular entrenar a las personas para que fueran ambidiestras. Creían que hacerlo mejoraría la función cerebral, ya que las personas utilizarían ambos lados del cerebro por igual.
Sin embargo, los estudios no han demostrado tal conexión. De hecho, algunos han encontrado lo contrario. Algunos expertos creen que entrenar a una persona para que sea ambidiestra puede hacer que tenga dificultades en matemáticas, lenguaje y razonamiento lógico. Sin embargo, algunas personas siguen intentando convertirse en ambidiestras.
¿Te preguntas cómo? Empiezan haciendo pequeñas tareas, como dibujar formas o sostener un vaso de agua, con la mano contraria. Poco a poco avanzan hacia actividades más complicadas, como lavarse los dientes o comer. Pueden empezar a llevar el reloj en la muñeca contraria. Tras mucha práctica, algunas personas mejoran la habilidad de su mano contraria. Sin embargo, es muy difícil conseguir una habilidad realmente igual con ambas manos.
¿Eres ambidiestro? ¡Estás en buena compañía! Has oído hablar de Leonardo da Vinci? ¿Y de Albert Einstein? Te suena el nombre de «Benjamin Franklin»? Todos estos personajes famosos eran igual de hábiles con ambas manos. ¿Será tu nombre el siguiente en sumarse a la lista?