Método
Paso 1
Precalentar el horno a 220°C/200°C ventilador/425°F/Gas 7 y forrar una bandeja de horno con papel de hornear.
Paso 2
Tamizar la harina, la sal y el azúcar en un bol. Añadir los trozos de mantequilla al bol y pasarlos por la harina para separarlos y cubrirlos. Frote la mantequilla en la harina utilizando sólo las puntas de los dedos, levantando las manos por encima del borde del bol para que las migas y los copos de la mezcla caigan a través de los dedos de vuelta al bol. Siga haciendo esto hasta que la mezcla parezca migas finas – agite el bol para comprobar que no hay grumos de mantequilla visibles.
Paso 3
Bata el huevo con el suero de leche, justo hasta que se combinen, luego revuelva esta mezcla en las migas usando un cuchillo de hoja redonda para hacer una masa bastante suave pero no húmeda. Si hay migas secas en el fondo del bol, o la masa parece seca y difícil de unir, añadir un poco más de suero de leche (o leche), una cucharadita cada vez. La masa debe tener un aspecto un poco áspero y desgreñado, así que no la trabajes demasiado e intenta mantener un toque ligero.
Paso 4
Enharina ligeramente tus dedos y la encimera y vuelca la masa sobre ella. Amasa la masa muy suavemente durante un par de segundos para que parezca más lisa, y luego presiona la masa hasta que tenga unos 3 cm de grosor.
Paso 5
Somete el cortador en un poco de harina (esto hará que sea más fácil cortar los bollos sin que se peguen) y estampa rondas. Recoge los recortes, presiónalos y estampa más redondeles.