Los gliomas son un tumor muy heterogéneo, refractario al tratamiento y el tumor cerebral primario más frecuentemente diagnosticado. Aunque el actual sistema de clasificación de la OMS (2016) se muestra prometedor para identificar nuevas modalidades de tratamiento y una mejor predicción del pronóstico a lo largo del tiempo, hasta la fecha, los enfoques de terapia dirigida y monoterapia existentes no han logrado obtener un impacto sólido en la progresión de la enfermedad y la supervivencia de los pacientes. Es posible que la heterogeneidad del tumor, así como los agentes específicamente dirigidos, fracasen porque las vías moleculares redundantes en el tumor lo hacen refractario a tales enfoques. Además, no se tiene en cuenta la patología metabólica subyacente, que se altera significativamente durante la transformación neoplásica y la progresión del tumor. Con varias vías moleculares y metabólicas implicadas en la carcinogénesis de los tumores del SNC, incluido el glioma, postulamos que un enfoque sistémico de amplio espectro para producir una robusta focalización de la regulación molecular y metabólica relevante y múltiple de las vías de crecimiento y supervivencia, crítica para la modulación de los sellos de la carcinogénesis, sin una toxicidad clínicamente limitante, puede proporcionar un impacto más sostenido en los resultados clínicos en comparación con las modalidades de tratamiento evaluadas hasta la fecha. El objetivo de esta revisión es examinar el sello emergente de la reprogramación del metabolismo energético de las células tumorales y del microambiente tumoral durante la carcinogénesis, y proporcionar una justificación para explotar este sello y sus capacidades biológicas como objetivo para la quimioprevención y el tratamiento secundarios del glioma. Esta revisión se centrará principalmente en las intervenciones para inducir la cetosis con el fin de atacar el fenotipo glucolítico de muchos tipos de cáncer, con una aplicación específica a la quimioprevención secundaria del glioma de bajo grado – para detener la progresión de los tumores de bajo grado a subtipos más agresivos, como se evidencia por la reducción de los puntos finales intermedios validados de la progresión de la enfermedad, incluyendo los síntomas clínicos.