Resultados y complicaciones de las fracturas del tubérculo tibial en pacientes pediátricos: Una revisión sistemática de la literatura

Antecedentes: Se realizó una revisión sistemática de la literatura para determinar (1) la frecuencia y el tipo de lesiones asociadas, (2) la frecuencia de la enfermedad de Osgood-Schlatter concomitante, (3) los métodos de tratamiento, (4) los resultados funcionales y radiológicos según el tipo de fractura, y (5) las complicaciones de las fracturas del tubérculo tibial en pacientes pediátricos.

Métodos: Una revisión sistemática de la literatura inglesa desde 1970 hasta 2013 incluyó 23 artículos elegibles que informaron de 336 fracturas con un seguimiento medio de 33,56 meses (rango, 5,7 a 115 mo). Las fracturas se clasificaron mediante un sistema integral que incluía características de sistemas anteriores. Los resultados clínicos se evaluaron mediante una escala cualitativa (excelente/bastante/mal), la tasa de retorno a la actividad previa a la lesión y la amplitud de movimiento de la rodilla. También se registraron la tasa de curación de la fractura, las lesiones asociadas (avulsión del tendón rotuliano/del cuádriceps y desgarros meniscales), el síndrome compartimental y las complicaciones.

Resultados: La edad media en el momento de la cirugía fue de 14,6 años y la fractura más común reportada fue de tipo III (50,6%). La tasa global de lesiones asociadas fue del 4,1%, más frecuente en las fracturas de tipo III (4,7%). El síndrome compartimental estuvo presente en el 3,57% de los casos. La reducción abierta y la fijación interna se realizaron en el 98% de los casos quirúrgicos. Las tasas de retorno a la actividad previa a la lesión y a la amplitud de movimiento de la rodilla fueron del 98%, independientemente del tipo de fractura. La consolidación de la fractura se logró en el 99,4% de los casos. La tasa global de complicaciones fue del 28,3%; la retirada de un implante por bursitis (55,8%) fue la más frecuente. También fueron frecuentes la ternura/prominencia (17,9%) y la refractura (6,3%).

Conclusiones: El tratamiento de las fracturas del tubérculo tibial en adolescentes produjo buenos resultados clínicos y radiológicos independientemente del tipo de fractura, que estaba más relacionado con las posibles complicaciones. Las fracturas con afectación intraarticular tendieron a presentarse con más lesiones asociadas y a tener resultados funcionales justos, lo que sugiere que la imagen avanzada puede estar justificada con estas fracturas. Las complicaciones podrían ser más comunes de lo esperado sin un efecto significativo en el resultado final. Por último, es necesario un seguimiento más prolongado para determinar los resultados a largo plazo.

Nivel de evidencia: Nivel III-revisión sistemática de estudios de nivel III/IV.

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