Nuestro Sol es una enorme bola de gas caliente cargado eléctricamente. Este gas cargado se mueve, generando un potente campo magnético. El campo magnético del Sol pasa por un ciclo, llamado ciclo solar.
Cada 11 años aproximadamente, el campo magnético del Sol da un vuelco completo. Esto significa que los polos norte y sur del Sol cambian de lugar. Después, los polos norte y sur del Sol tardan otros 11 años en volver a cambiar.
El ciclo solar afecta a la actividad de la superficie del Sol, como las manchas solares, que son causadas por los campos magnéticos del Sol. A medida que los campos magnéticos cambian, también lo hace la cantidad de actividad en la superficie del Sol.
Una forma de seguir el ciclo solar es contando el número de manchas solares. El comienzo de un ciclo solar es un mínimo solar, o cuando el Sol tiene menos manchas solares. Con el tiempo, la actividad solar -y el número de manchas solares- aumenta.
La mitad del ciclo solar es el máximo solar, o cuando el Sol tiene la mayor cantidad de manchas solares. Cuando el ciclo termina, se desvanece hasta el mínimo solar y entonces comienza un nuevo ciclo.
Evolución del Sol en luz ultravioleta extrema desde 2010 hasta 2020, vista desde el telescopio a bordo de la nave espacial europea PROBA2. Crédito: Dan Seaton/Agencia Espacial Europea (Collage de NOAA/JPL-Caltech)
Las erupciones gigantescas en el Sol, como las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal, también aumentan durante el ciclo solar. Estas erupciones envían potentes estallidos de energía y material al espacio.
Esta actividad puede tener efectos en la Tierra. Por ejemplo, las erupciones pueden provocar luces en el cielo, llamadas auroras, o afectar a las comunicaciones por radio. Las erupciones extremas pueden incluso afectar a las redes eléctricas de la Tierra.
Una imagen de una eyección de masa coronal observada por el satélite del Observatorio Solar y Heliosférico de la NASA, o SOHO, en 2001. Crédito: ESA/NASA/SOHO
Algunos ciclos tienen máximos con muchas manchas solares y actividad. Otros ciclos pueden tener muy pocas manchas solares y poca actividad. Los científicos trabajan duro para mejorar nuestra capacidad de predecir la fuerza y la duración de los ciclos solares. Estas predicciones pueden ayudarles a pronosticar estas condiciones solares, denominadas meteorología espacial.
La predicción del ciclo solar puede ayudar a los científicos a proteger nuestras comunicaciones por radio en la Tierra, y ayudar a mantener la seguridad de los satélites y astronautas de la NASA, también.
El astronauta de la NASA Tim Kopra en una caminata espacial de 2015 fuera de la Estación Espacial Internacional. Crédito: NASA
La actividad solar puede afectar a la electrónica de los satélites y limitar su vida útil. La radiación puede ser peligrosa para los astronautas que realizan trabajos en el exterior de la Estación Espacial Internacional. Si los científicos predicen un momento activo en el ciclo solar, los satélites pueden ponerse en modo seguro y los astronautas pueden retrasar sus paseos espaciales.