Es espantoso, pero algunas personas realmente disfrutan dándole alcohol a su gato o perro y viendo su reacción.
Mientras Fido o Fluffy se tambalean en un estado de semi-confusión, sus humanos se ríen.
No todos los propietarios de mascotas se dan cuenta de que el alcohol es tóxico para perros y gatos. La exposición a cantidades aparentemente inofensivas de alcohol puede matar a una mascota.
Cuando se sirve alcohol, los perros y gatos deben quedar fuera de la fiesta y en un lugar seguro.
Llenar el cuenco de agua de una mascota con cerveza o vino no es la única forma en que un perro o un gato pueden estar expuestos al alcohol. También pueden exponerse al beber o lamer productos de cocina que contengan alcohol, productos personales como enjuagues bucales o perfumes, productos de limpieza… o al introducirse en jarabes para la tos que contengan alcohol u otros medicamentos.
Algunos fabricantes* de productos para el cuidado dental de perros y gatos añaden un 25% o más de alcohol de grano puro (también conocido como alcohol etílico) a su fórmula, lo que equivale a un cóctel de 50 grados. Con el tiempo, se ha demostrado que el exceso de alcohol causa daños en el hígado, los riñones y el sistema nervioso.
De cualquier manera, el alcohol no es bueno para los caninos o felinos. Los perros y los gatos pueden incluso contraer toxicidad por alcohol al ingerir alimentos fermentados si los comen en cantidad suficiente.
Algunas bebidas alcohólicas son más peligrosas para perros y gatos que otras. La cerveza contiene la menor concentración de alcohol, normalmente alrededor del 4%. El vino tiene una media del 10% de alcohol por volumen, pero algunos licores fuertes pueden llegar a tener un 90% de alcohol. Incluso pequeñas cantidades de licor fuerte pueden matar a un perro o gato pequeño. Una razón más para mantener el armario de las bebidas alcohólicas cerrado con llave y a las mascotas en un lugar seguro cuando se celebran reuniones. Tenga en cuenta que todas las bebidas alcohólicas deberían estar prohibidas para las mascotas, independientemente de la concentración de alcohol.
Al igual que en los seres humanos, cuando un perro o un gato se expone al alcohol, éste provoca la depresión de su sistema nervioso central. Sus efectos en el sistema nervioso de una mascota son similares a los de los humanos en muchos aspectos. Un perro o un gato se ralentiza, se adormece y pierde la coordinación. Si están expuestos a niveles más altos de alcohol, pueden deprimir su sistema nervioso hasta el punto de que su respiración y su ritmo cardíaco se ralentizan. Su temperatura corporal desciende. También se altera la química de la sangre, lo que conduce a una condición peligrosa llamada acidosis metabólica en la que la sangre se vuelve demasiado ácida. Llegados a este punto, si no se aplica un tratamiento, la muerte no tarda en llegar, normalmente debido a un paro cardíaco. Incluso si un perro o un gato no muere por los efectos agudos de la intoxicación por alcohol, la toxina puede dañar sus riñones y su hígado, reduciendo la calidad de vida con el tiempo.
¿Cuáles son los signos de intoxicación por alcohol en perros y gatos?
Esté atento a los cambios de comportamiento, como problemas para caminar o ponerse de pie, falta de coordinación, somnolencia, una frecuencia respiratoria lenta, micción excesiva, vómitos o falta de respuesta. A veces, un perro o un gato tendrá un olor a alcohol en su aliento. Si un perro o un gato ha ingerido una comida completa antes de exponerse al alcohol, los signos y síntomas de toxicidad por alcohol pueden retrasarse hasta dos horas.
Los perros y gatos que se exponen al alcohol también pueden sufrir peligrosas caídas en su nivel de azúcar en sangre y pueden necesitar obtener glucosa rápidamente para evitar daños cerebrales. Los niveles muy bajos de azúcar en sangre pueden provocar convulsiones en los animales.
Si su perro o gato presenta alguno de estos síntomas, llévelo inmediatamente a la consulta de un veterinario o a un centro de emergencias para animales. El tipo de tratamiento que un veterinario administra a un perro o gato con intoxicación por alcohol varía en función de sus síntomas, los estudios de laboratorio y la cantidad que haya ingerido. El veterinario probablemente medirá la cantidad de alcohol en su sangre y comprobará otros parámetros sanguíneos antes de iniciar el tratamiento adecuado.
Algunas mascotas pueden no requerir tratamiento si la cantidad de alcohol que ingirieron fue pequeña. Otros necesitarán carbón activado para absorber el alcohol junto con fluidos intravenosos. Los perros y gatos con un ritmo cardíaco muy lento debido a la exposición al alcohol pueden incluso necesitar un respirador. Afortunadamente, la mayoría de los casos de intoxicación por alcohol en perros y gatos pueden ser tratados con éxito si el tratamiento se inicia lo suficientemente temprano.
La conclusión
Dar alcohol a un perro o a un gato en una fiesta no es cosa de risa. Podría dañar o matar permanentemente al animal. Del mismo modo, es importante mantener a todas las mascotas alejadas de los productos domésticos y de cuidado personal. Lea la etiqueta y asegúrese de adquirir un producto de cuidado dental para perros y gatos sin alcohol. Anime a los demás miembros de la familia a hacer lo mismo. Los perros y los gatos no saben lo que es bueno para ellos y lo que no, y son criaturas curiosas por naturaleza. No dejes que consuman alcohol de forma accidental o intencionada.
Referencias: The Merck Veterinary Manual 2014
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