Las bayas doradas contienen varios compuestos vegetales que pueden repercutir positivamente en tu salud.
Altas en antioxidantes
Las bayas doradas tienen un alto contenido en compuestos vegetales llamados antioxidantes (3).
Los antioxidantes protegen y reparan el daño causado por los radicales libres, que son moléculas relacionadas con el envejecimiento y las enfermedades, como el cáncer (4, 5).
Hasta la fecha, los estudios han identificado 34 compuestos únicos en las bayas doradas que pueden tener beneficios para la salud (6).
Además, se demostró que los compuestos fenólicos de las bayas de oro bloquean el crecimiento de las células de cáncer de mama y de colon en estudios de probeta (6).
En otro estudio de probeta, se descubrió que los extractos de bayas de oro frescas y deshidratadas aumentan la vida de las células a la vez que evitan la formación de compuestos que causan daño oxidativo (7).
La piel de las bayas doradas tiene casi tres veces más cantidad de antioxidantes que su pulpa. Además, los niveles de antioxidantes son máximos cuando los frutos están maduros (8).
Tiene beneficios antiinflamatorios
Los compuestos de las bayas de oro llamados withanólidos pueden tener efectos antiinflamatorios en el cuerpo, protegiendo potencialmente contra el cáncer de colon (9).
En un estudio, un extracto de la cáscara de las bayas de oro redujo la inflamación en ratones con enfermedad inflamatoria intestinal. Además, los ratones tratados con este extracto tenían niveles más bajos de marcadores inflamatorios en sus tejidos (10).
Aunque no hay estudios comparables en humanos, los estudios de probeta en células humanas revelan efectos prometedores contra la inflamación (9, 11, 12).
Puede potenciar la inmunidad
No hay estudios en humanos sobre las bayas de oro y la función del sistema inmunitario, pero los estudios de probeta sugieren varios beneficios.
Los estudios en células humanas señalan que las bayas de oro pueden ayudar a regular su sistema inmunológico. La fruta contiene múltiples polifenoles que bloquean la liberación de ciertos marcadores inmunitarios inflamatorios (13).
Además, las bayas de oro son una buena fuente de vitamina C. Una taza (140 gramos) aporta 15,4 mg de esta vitamina, el 21% de la IDR para las mujeres y el 17% para los hombres (1).
La vitamina C desempeña varias funciones clave en la respuesta saludable del sistema inmunitario (14).
Puede beneficiar a la salud ósea
Las bayas doradas tienen un alto contenido en vitamina K, una vitamina liposoluble que interviene en el metabolismo óseo (2).
Esta vitamina es un componente necesario de los huesos y los cartílagos y también interviene en las tasas de recambio óseo saludables, que es la forma en que los huesos se descomponen y se reforman (15).
Las pruebas más recientes sugieren que la vitamina K debe tomarse junto con la vitamina D para una salud ósea óptima (16).
Puede mejorar la visión
Las bayas doradas aportan luteína y betacaroteno, junto con otros varios carotenoides (8).
Una dieta rica en carotenoides procedentes de frutas y verduras está relacionada con un menor riesgo de degeneración macular relacionada con la edad, la principal causa de ceguera (17).
Específicamente, el carotenoide luteína es bien conocido por prevenir enfermedades oculares (18).
También se ha demostrado que la luteína y otros carotenoides, como la zeaxantina y el licopeno, protegen contra la pérdida de visión provocada por la diabetes (19).
Resumen
Las bayas doradas pueden tener varios beneficios para la salud. Tienen un alto contenido en antioxidantes, presentan efectos antiinflamatorios y pueden potenciar la salud ósea y la visión.