Los cerdos y los pollos suelen llevar en sus intestinos bacterias que inducen a la intoxicación alimentaria, como la Campylobacter y la Salmonella. La superficie de su carne y sus órganos internos pueden contaminarse con estas bacterias procedentes de los intestinos cuando se procesan los animales. Las bacterias que causan la intoxicación alimentaria también pueden encontrarse en órganos internos como el hígado y la molleja. En consecuencia, comer carne cruda o poco cocinada puede provocar una intoxicación alimentaria.
Incluso cuando los síntomas iniciales son leves, la intoxicación alimentaria puede agravarse bruscamente. Por ejemplo, la E. coli enterohemorrágica puede provocar repentinamente síntomas como la alteración de la función renal y el deterioro de la conciencia. Busque el diagnóstico de una institución médica inmediatamente si cree que tiene una intoxicación alimentaria.
Los síntomas más comunes de la intoxicación alimentaria causada por la carne cruda y poco cocinada son los siguientes.
<Características comunes de la intoxicación alimentaria causada por la carne cruda y poco cocinada>
Estas bacterias causantes de la intoxicación alimentaria pueden ser eliminadas por el calor. Asegúrese de cocinar bien sus alimentos hasta que el calor llegue completamente al centro de la carne.