La hortensia es una planta muy querida que ilumina el paisaje con grandes globos de color deslumbrante en primavera y verano, pero ¿puede la hortensia crecer en el interior? ¿Se puede cultivar la hortensia como planta de interior? La buena noticia es que las hortensias en maceta se adaptan bien al cultivo en interiores y son relativamente fáciles de cuidar siempre que pueda satisfacer las necesidades básicas de la planta.
Cómo cuidar la hortensia en interiores
Si la hortensia es un regalo, retire cualquier envoltorio de papel de aluminio. Tenga en cuenta que las hortensias que se venden durante las fiestas pueden no ser lo suficientemente resistentes para sobrevivir en el interior. Si quiere cultivar una hortensia como planta de interior, es posible que tenga más suerte con una planta de un invernadero o vivero.
Mueva la hortensia a un recipiente grande lleno de mezcla para macetas de alta calidad. Coloque la planta donde reciba luz brillante. Las hortensias cultivadas en el exterior toleran la sombra ligera, pero las plantas de interior necesitan mucha luz (pero no una luz solar intensa y directa).
Riegue su hortensia de interior en maceta con frecuencia cuando la planta esté floreciendo, pero tenga cuidado de no regar en exceso. Disminuya la cantidad de agua después de la floración, pero no permita nunca que la mezcla de la maceta se quede totalmente seca. Si es posible, riegue las plantas de interior de hortensia en maceta con agua destilada o de lluvia, ya que el agua del grifo suele contener cloro y otras sustancias químicas.
Utilice un humidificador si el aire interior es seco o coloque la planta en una bandeja de humedad. La hortensia es más feliz en una habitación fresca con temperaturas entre 50 y 60 grados F. (10-16 C.), especialmente durante la floración. Si las hojas se vuelven marrones y crujientes en los bordes, es probable que la habitación sea demasiado cálida.
Proteja la planta de las corrientes de aire y de las fuentes de calor. Alimente la planta cada semana mientras está floreciendo, utilizando un fertilizante soluble en agua diluido a la mitad de su potencia. A partir de entonces, reduzca la alimentación a una vez al mes.
Cuando se cultiva la hortensia como planta de interior, se recomienda un periodo de inactividad durante el otoño y el invierno. Lleve la planta a una habitación sin calefacción con temperaturas de unos 45 grados F. (7 C.). La mezcla de la maceta debe mantenerse seca, pero regar ligeramente cuando sea necesario para evitar que la planta se marchite.