Descripción
La osmolalidad sérica o plasmática es una medida de los diferentes solutos del plasma. Está determinada principalmente por el sodio y sus correspondientes aniones (cloruro y bicarbonato), la glucosa y la urea. Los osmoles por kilogramo de agua definen la osmolalidad, mientras que los osmoles por litro de solución definen la osmolaridad.
La osmolalidad es una expresión técnicamente más precisa porque las concentraciones de solutos expresadas en base al peso son independientes de la temperatura, mientras que las basadas en el volumen varían con la temperatura, dependiendo de la expansión térmica de la solución. Sin embargo, a concentraciones fisiológicas de solutos, estas dos mediciones son clínicamente intercambiables.
La osmolaridad del suero se mide mediante una técnica denominada osmometría. El método de osmometría más utilizado es la depresión del punto de congelación, para la que se obtiene un valor basado en la temperatura a la que se congela la muestra de suero. Otro método utilizado para medir la osmolalidad del suero es la osmometría de presión de vapor. Sin embargo, este método no detecta con precisión la presencia de solutos volátiles como los alcoholes; por lo tanto, no es adecuado cuando se sospecha de una ingestión tóxica de alcohol.
La osmolalidad sérica puede calcularse mediante la siguiente fórmula:
Osmolalidad sérica calculada = (2 X suero ) + /18 + /2.8
Usando las unidades del SI (mmol/L), la osmolalidad del suero puede calcularse como sigue:
Osmolalidad calculada del suero = (2 X suero ) + +
El sodio se multiplica por dos para tener en cuenta los aniones que lo acompañan, el cloruro y el bicarbonato. La glucosa y el nitrógeno ureico en sangre se dividen por 18 y 2,8, respectivamente, para convertir las unidades de mg/dL en mmol/kg.
La presencia de etanol en la sangre contribuye a la osmolalidad sérica calculada. Teóricamente, la contribución osmolal del etanol a la osmolalidad sérica sería igual a su concentración molar, que es de 46. Por lo tanto, cuando se mide en mg/dL, se supondría que el nivel de etanol sérico debería dividirse por 4,6. Sin embargo, se cree que el etanol no es un osmolar ideal. Como tal, 1 mmol/L del compuesto no representará 1 mosm/L de osmolaridad. La contribución exacta del etanol a la osmolaridad sérica sigue siendo controvertida, con múltiples fórmulas propuestas. Los datos de Purssell et al (2001) sugieren que la mejor fórmula para el cálculo de la contribución del etanol a la osmolalidad es la siguiente:
Osmolalidad sérica calculada = (2 X suero ) + /18 + /2,8 + /3,7
La disparidad entre la osmolalidad sérica medida y la osmolalidad sérica calculada se denomina brecha osmolar. Un gap osmolal superior a 10 se considera anormal y puede sugerir la presencia de alcoholes tóxicos como el metanol, el alcohol isopropílico, el etilenglicol o el polietilenglicol en el contexto clínico apropiado.
Indicciones/Aplicaciones
Hiponatremia
La osmolalidad sérica está indicada para evaluar la etiología de la hiponatremia.
La hiponatremia en el contexto de una osmolaridad sérica elevada (hiponatremia hipertónica) puede ser el resultado de una hiperglucemia marcada o de la presencia de sustancias hiperosmolares como el manitol, la maltosa o la sacarosa incorporadas a la inmunoglobulina intravenosa. Dichas sustancias hipertónicas extraen agua de las células, disminuyendo así la concentración de sodio en el suero (efecto de dilución).
La hiponatremia asociada a una osmolalidad sérica baja (hiponatremia hipotónica), a veces denominada hiponatremia verdadera, representa un verdadero exceso de agua libre en relación con el sodio. Las posibles causas de la hiponatremia hipotónica incluyen la polidipsia psicógena, el SIADH, el hipotiroidismo o los estados de sobrecarga de volumen (insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis, síndrome nefrótico).
La hiponatremia con osmolaridad sérica normal (pseudohiponatremia) puede observarse en casos de hiperlipidemia grave o hiperproteinemia. En estos casos, el volumen acuoso del suero que contiene sodio se reduce por el desplazamiento de los lípidos y las proteínas, con lo que se reducen falsamente los niveles de sodio sérico. La pseudohiponatremia puede evitarse utilizando un método denominado potenciometría directa.
Intoxicación por alcohol
La osmolalidad del suero puede utilizarse para detectar la intoxicación por alcohol mediante el gap osmolar.
Una disparidad significativa (>10) entre la osmolalidad sérica medida y la calculada puede corroborar el diagnóstico de ingestión de alcohol tóxico. La ingestión de alcoholes tóxicos, comúnmente metanol, etilenglicol y alcohol isopropílico, pone en peligro la vida, por lo que se justifica el diagnóstico y la intervención inmediata. La cromatografía de gases, que es la prueba diagnóstica definitiva para la ingestión de alcoholes tóxicos, es laboriosa, costosa y, lo que es más importante, no está ampliamente disponible en los centros pequeños.
Consideraciones
Es importante tener en cuenta que el gap osmolal debe utilizarse únicamente como prueba de cribado o como marcador sustitutivo para el diagnóstico de la ingestión tóxica de alcohol. El gap osmolal debe interpretarse junto con la historia clínica y la exploración física. Los clínicos deben ser conscientes de las causas comunes de elevación del gap osmolal distintas de los alcoholes tóxicos, incluyendo la cetoacidosis alcohólica, la insuficiencia renal, el shock, la cetoacidosis diabética y la administración reciente de manitol.