Mi querida Madre María, mírame a mí, tu hijo, en oración a tus pies. Acepta este Santo Rosario, que te ofrezco de acuerdo con tus peticiones en Fátima, como prueba de mi tierno amor por ti, por las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús, en expiación de las ofensas cometidas contra tu Inmaculado Corazón, y por este favor especial que pido encarecidamente en mi Novena del Rosario: (Mencione su petición).
Te ruego que presentes mi petición a tu Divino Hijo. Si rezáis por mí, no se me podrá negar. Sé, queridísima Madre, que quieres que busque la santa Voluntad de Dios respecto a mi petición. Si lo que pido no se me concede, ruega que reciba lo que será de mayor beneficio para mi alma.
Te ofrezco este espiritual ? Ramo de Rosas? porque te amo. Pongo toda mi confianza en ti, ya que tus oraciones ante Dios son poderosísimas. Para mayor gloria de Dios y por el bien de Jesús, tu amado Hijo, escucha y concede mi oración. Dulce Corazón de María, sé mi salvación.
Esta novena debe rezarse junto con el Rosario diario.
Escuchad, hijos míos fieles; abrid vuestros pétalos, como las rosas plantadas junto a las aguas corrientes; enviad el dulce olor del incienso, brotad en flor como el lirio. Enviad el dulce olor de vuestro himno de alabanza; bendecid al Señor por todo lo que ha hecho. (Sir 39: 13-14)