Llena la mitad de la taza de cobre con cubitos de hielo. Añadir vodka y exprimir el zumo de media lima sobre el hielo. Rellena con Thomas Henry Ginger Beer y adorna. Salud!
El poder del jengibre: La Ginger Beer se une al vodka y a la lima
El Moscow Mule lleva varios años experimentando una nueva ronda de popularidad. Pero la historia podría haber acabado de forma muy diferente, tanto en Estados Unidos, donde se inventó el cóctel, como en Europa. Esta bebida emblemática contiene la cerveza de jengibre de primera calidad, un refrescante zumo de lima y vodka. Gracias a las notas de chile de la Ginger Beer, los aromas del jengibre se liberan y quedan libres para desplegar todo su potente sabor.
La combinación de notas cítricas afrutadas y picantes, y un agradable dulzor marcan aquí la diferencia. Porque: La Ginger Beer no es una Ginger Ale, sino un refresco producido en la tradición de la Ginger Beer – lo que significa que se basa en el jengibre fermentado. El resultado es un relleno sin alcohol que no sólo sirve de base para el Moscow Mule, sino también para otros clásicos como el Dark’n’Stormy, que se elabora con ron.
¿Por qué sirvo el Moscow Mule en una taza de cobre?
Desde hace siglos el cobre es conocido por sus propiedades positivas para la temperatura. Tanto el frío como el calor se conservan especialmente bien en una taza hecha de cobre. En el caso de la Moscow Mule, esto significa que se mantiene exactamente tan fría como tiene que estar, durante todo el tiempo que se necesite. Los inventores de la bebida no tardaron en darse cuenta de ello. En 1941, el tabernero Wes Price experimentó con ingredientes que había comprado en exceso en el bar Cock ‘N’ Bull: Vodka Smirnoff y cerveza de jengibre. La mezcla combinó bien y se convirtió en un estándar en el bar. Las copas de cobre no hacían daño.
Los clientes estaban encantados de beber su cóctel en un recipiente diferente al de un vaso. Sin embargo, durante la Guerra Fría, la bebida se desacreditó en Estados Unidos. «Los patriotas no beben un cóctel con el nombre de Moscú». Afortunadamente, esta fase no duró demasiado y el Moscow Mule volvió a ser socialmente aceptable. En Europa, en cambio, fue difícil, si no imposible, conseguir una buena cerveza de jengibre durante mucho tiempo. Desde la introducción de la Thomas Henry Ginger Beer, la bebida se ha hecho cada vez más popular. La trayectoria de la bebida ha sido única: de insider tip a clásico.