Monosacárido, también llamado azúcar simple, cualquiera de los compuestos básicos que sirven como bloques de construcción de los carbohidratos. Los monosacáridos son polihidroxi aldehídos o cetonas; es decir, son moléculas con más de un grupo hidroxilo (-OH), y un grupo carbonilo (C=O) bien en el átomo de carbono terminal (aldosa) o en el segundo átomo de carbono (cetosa). El grupo carbonilo se combina en solución acuosa con un grupo hidroxilo para formar un compuesto cíclico (hemi-acetal o hemi-cetal). El monosacárido resultante es un sólido cristalino soluble en agua.
Los monosacáridos se clasifican por el número de átomos de carbono en la molécula; los dioses tienen dos, las triosas tienen tres, las tetrosas cuatro, las pentosas cinco, las hexosas seis y las heptosas siete. La mayoría contienen cinco o seis. Las pentosas más importantes son la xilosa, que se encuentra combinada como xilano en los materiales leñosos; la arabinosa de las coníferas; la ribosa, componente de los ácidos ribonucleicos (ARN) y de varias vitaminas; y la desoxirribosa, componente del ácido desoxirribonucleico (ADN). Entre las aldohexosas más importantes están la glucosa, la manosa y la galactosa; la fructosa es una cetohexosa.
Son importantes varios derivados de los monosacáridos. El ácido ascórbico (vitamina C) se deriva de la glucosa. Los alcoholes de azúcar importantes (alditoles), formados por la reducción de (es decir, la adición de hidrógeno a) un monosacárido, incluyen el sorbitol (glucitol) a partir de la glucosa y el manitol a partir de la manosa; ambos se utilizan como agentes edulcorantes. Los glucósidos derivados de monosacáridos están muy extendidos en la naturaleza, especialmente en las plantas. Los aminoazúcares (es decir, azúcares en los que uno o dos grupos hidroxilos se sustituyen por un grupo amino, -NH2) aparecen como componentes de los glicolípidos y en la quitina de los artrópodos.