Resumen
Cuando los hallazgos de la exploración física se correlacionan con las imágenes radiográficas y el paciente ha fracasado con la terapia no operativa, la cirugía puede considerarse una alternativa de tratamiento adecuada. El procedimiento para aliviar la presión sobre un nervio espinal resultante de una hernia de disco lumbar se denomina Microdiscectomía. Hay varias opciones disponibles que permiten acceder al fragmento de disco herniado y que varían en el grado de disección muscular. Normalmente, cuanta más disección muscular se realice, más molestias postoperatorias experimentará el paciente. Las técnicas mínimamente invasivas permiten el acceso al fragmento de disco herniado con una cantidad mínima de músculo y de alteración de los tejidos blandos.
Una vez que se expone la columna vertebral, se retira una pequeña cantidad de hueso para proporcionar una apertura en el canal espinal. Los nervios se diseccionan suavemente para exponer y visualizar el disco enfermo. Dependiendo de la extensión de la hernia discal, los fragmentos extruidos se liberan de los tejidos circundantes y se extraen, aliviando la presión sobre los nervios adyacentes. El objetivo no es extraer todo el disco, sino sólo las porciones herniadas que comprimen el nervio espinal saliente. La extirpación de todo el disco daría lugar a un entorno mecánicamente inestable y provocaría la aparición de lumbalgia mecánica. Como en cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados a la microdiscectomía; sin embargo, estos riesgos son mínimos.
En los casos no complicados, se anima al paciente a deambular el mismo día o el día siguiente a la cirugía. A menudo, lo único que se necesita es pasar una noche en el hospital. Se indica a los pacientes que limiten sus actividades a caminar durante las primeras semanas; posteriormente se permite un aumento gradual de las actividades. La fisioterapia formal puede ser necesaria en función de la gravedad de las molestias neurológicas postoperatorias, aunque rara vez se requiere.
La extrusión de un disco intervertebral puede causar la compresión de un nervio espinal que provoca dolor, cambios sensoriales o debilidad de una extremidad. Cuando las medidas no operativas no consiguen aliviar los síntomas, puede estar indicada la intervención quirúrgica. La técnica quirúrgica se conoce como microdiscectomía, que consiste en la extracción del fragmento de disco extruido, aliviando así la presión sobre el nervio implicado.
Procedimiento quirúrgico
El procedimiento se realiza normalmente bajo anestesia general. Para acceder a la columna vertebral, se crea un canal a través de los músculos de la espalda mediante un enfoque mínimamente invasivo. Se pasan una serie de tubos de diámetro creciente a través del músculo y se colocan sobre el fragmento de disco herniado. Se crea una ventana en el canal espinal retirando una pequeña porción de hueso. Se identifica el nervio inflamado y, utilizando una técnica microquirúrgica, se diseca y extrae el fragmento de disco extruido, liberando el nervio comprimido. La incisión se cierra normalmente con una o dos suturas absorbibles y se cubre con un apósito del tamaño de una tirita.
Curso del tratamiento
Los pacientes suelen ser dados de alta el mismo día de la cirugía o a la mañana siguiente. Se anima a los pacientes a que avancen en sus actividades según sean capaces de tolerarlas. Si es necesario, la fisioterapia para el fortalecimiento de la zona lumbar y la amplitud de movimiento suele iniciarse tras la primera visita de seguimiento, entre cuatro y seis semanas después de la cirugía. Estas técnicas innovadoras minimizan la extensión de la alteración de los tejidos, reducen el dolor y las molestias postoperatorias y reducen significativamente el tiempo de recuperación.
Preparación para su cita
Los doctores Paul C. McCormick, Michael G. Kaiser, Peter D. Angevine, Alfred T. Ogden, Christopher E. Mandigo, Patrick C. Reid y Richard C.E. Anderson (pediatra) son expertos en microdiscectomía lumbar.