Al comienzo de la primavera o durante y después de la temporada estival aparecen en algunos niños manchas blancas cutáneas. Esta hipopigmentación se produce cuando la piel se torna más oscura y tiene mayor incidencia en niños con pieles secas. Suele hacer su primera aparición alrededor de los 6 años, aunque puede presentarse entre los 2 y los 4 o debutar a los 14 o 15.
Estas manchas blancas, conocidas científicamente como pitiriasis alba, son fáciles de reconocer: tienen una forma redondeada, son más claras que el color de la piel –pero no son blancas absolutas– y, al tacto y a la vista, puede apreciarse una superficie irregular, escamosa y ligeramente seca. Generalmente, surgen en la cara, pero también pueden presentarse en los antebrazos y en los hombros.
Se desconoce su origen. Lo que sí parece claro es que el sol no es el único responsable. La sequedad que produce el cloro de las piscinas, así como la deshidratación a la que se enfrenta la piel en los meses de verano, si no recibe los cuidados adecuados, también influye. Por eso, los niños con dermatitis atópica o eczema crónico, cuya piel se altera y pica con facilidad en periodos determinados, son más proclives a padecerlas.
Cómo tratarlas
Desde el primer día que el niño va a exponerse al sol y a bañarse en la playa o en la piscina, se deben aplicar cremas fotoprotectoras con un índice 50 o superior, sobre todo si tiene la piel oscura o antecedentes conocidos de dermatitis atópica. Así evitarás aumentar la sequedad y la deshidratación propia de este tipo de piel.
Una vez que la mancha es visible, las cremas a base de antibióticos, corticoides o antifúngicos no surten ningún efecto porque no se trata de un proceso infeccioso, inflamatorio o causado por hongos. El tratamiento se basa en aplicar cremas hidratantes con componentes grasos y ligeramente queratolíticas, como la urea o el ácido láctico, ambos por encima del 10 por ciento. Ambas sustancias son muy efectivas y pueden aplicarse tantas veces como se quiera. Sé constante y ten paciencia porque tardarán meses en desaparecer por completo.
¿Se pueden prevenir?
El plan preventivo consiste en seguir hidratando su piel a diario durante todo el año; no hay que olvidar que es más común en niños cuya piel es seca y con tendencia atópica. Aunque no se ha demostrado la relación directa entre las manchas blancas y el cloro de las piscinas, los dermatólogos insisten en que su papel es muy relevante. Por ello, y más aún teniendo en cuenta que los niños de estas edades entran y salen del agua constantemente, conviene que tu hijo se duche con agua dulce cada vez que salga de la piscina para eliminar los restos de cloro. Utiliza protectores solares con componentes resistentes al agua, ya que contribuyen a crear, en cierta medida, una barrera entre la piel y la acción del cloro. Presta especial atención a la cara, antebrazos y hombros.
Otras posibles causas
Existen algunas hipopigmentaciones de características muy similares a la pitiriasis alba, pero con diferente prevención y tratamiento:
- Vitíligo: se manifiesta alrededor de la boca, los ojos y las manos, y presenta manchas de color totalmente blanco. No es escamosa.
- Tiña del cuerpo: lesiones blancas causadas por hongos y cuya diferencia esencial con la pitiriasis es que la tiña presenta alrededor de la mancha un borde más escamoso, incluso a veces con vesículas, y con tendencia a crecer y extenderse, lo que no ocurre con la pitiriasis.
- Nevus acrómico: es un lunar o mancha de color blanco, que se observa desde el momento del nacimiento o pocos meses después de este, y permanece durante toda la vida sin ningún tipo de modificación.
Asesoramiento: Dra. Aurora Guerra, dermatóloga del Hospital Doce de Octubre, de Madrid.