El tratamiento con imatinib da lugar a una buena supervivencia global (SG) en pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC), acercándose a una esperanza de vida normal, según el seguimiento a largo plazo del estudio CML-IV. Los resultados de supervivencia no difirieron en función de la dosis de imatinib o de otra terapia incluida, ni de la velocidad de respuesta al tratamiento, y en cambio se vieron influidos por la biología de la enfermedad y los datos demográficos.
El estudio CML-IV comenzó en 2002, y se diseñó para determinar si el tratamiento con imatinib podía optimizarse, y para confirmar los resultados de estudios anteriores. El análisis de supervivencia a 10 años fue presentado por el doctor Ruediger Hehlmann, de la Universidad de Heidelberg (Alemania), en el 22º Congreso de la Asociación Europea de Hematología celebrado en Madrid (resumen S424).
Entre 2002 y 2012, el ensayo inscribió a 1.551 pacientes con LMC recién diagnosticados en la fase crónica; de ellos, 1.536 fueron evaluables para este análisis. Se distribuyeron aleatoriamente en 5 grupos de estudio: 400 pacientes recibieron imatinib 400 mg; 430 pacientes recibieron imatinib más interferón; 420 pacientes recibieron imatinib 800 mg; y en 2 grupos piloto que se interrumpieron, 158 recibieron imatinib más citarabina y 128 recibieron imatinib tras el fracaso del interferón. Los pacientes tenían una mediana de edad de 53 años y el 61% eran varones.
Tras una mediana de observación de 9,5 años, la tasa de SG a 10 años para todos los pacientes del estudio fue del 82%. La tasa de supervivencia sin progresión a 10 años fue del 80%.
Aunque el tiempo de respuesta fue más rápido con imatinib 800 mg, las tasas de SG a 10 años no difirieron significativamente entre los grupos de tratamiento. Con imatinib 400 mg, la tasa de SG a 10 años fue del 80%; con imatinib 800 mg, fue del 79%. Para los grupos de imatinib más interferón, imatinib más citarabina e imatinib tras el fracaso del interferón, las tasas de SG a 10 años fueron del 84%, 84% y 79%, respectivamente.
Un análisis multivariante mostró que ninguna forma de optimización del tratamiento influyó en los resultados de supervivencia. El análisis descubrió que el grupo de riesgo de LMC, la presencia de comorbilidades, ciertas aberraciones cromosómicas, el tabaquismo y el tipo de centro de tratamiento (académico frente a otros tipos) sí influyeron en la supervivencia. Los pacientes que alcanzaron hitos de respuesta a los 3, 6 y 12 meses tuvieron una mejor supervivencia, pero esto no varió según el grupo de tratamiento.
Investigaciones anteriores han demostrado que otros factores no relacionados con el tratamiento también pueden influir en la supervivencia de los pacientes con LMC. Por ejemplo, un estudio publicado en mayo demostró que a los pacientes sin seguro y a los pacientes con Medicaid les va significativamente peor que a los que tienen Medicare o un seguro privado.
En este estudio, los autores concluyeron que imatinib 400 mg proporciona una esperanza de vida cercana a la normal. «El resultado de la LMC está actualmente más determinado por la biología y la demografía de la enfermedad que por la optimización del tratamiento», concluyeron.