La anorexia (anorexia nerviosa) tiene efectos y complicaciones físicas muy graves, así como un impacto devastador en el bienestar psicológico.
Los efectos de la anorexia son tanto a corto como a largo plazo. Están los efectos físicos inmediatos, ya que el cuerpo se esfuerza por funcionar sin los nutrientes y el combustible que necesita. La persona que la padece también corre el riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo y potencialmente mortales, sobre todo si la enfermedad no se trata durante muchos años.
Signos físicos inmediatos de la anorexia
La privación de alimentos tiene una serie de efectos físicos, ya que el cuerpo se esfuerza por hacer frente a la insuficiencia de nutrientes y calorías.
Los enfermos de anorexia pueden sufrir algunos o todos los siguientes:
- estreñimiento
- crispas y desmayos
- dolores abdominales
- debilidad muscular
- circulación deficiente que provoca una sensación de frío constante
- piel seca, piel amarilla
- despertar temprano por la mañana
- hinchazón
- Las personas con anorexia a menudo desarrollan pelo largo, vello largo y fino en la cara y el cuerpo
- ciclos menstruales interrumpidos o ausencia de menstruación
Anorexia y osteoporosis
La osteoporosis, o «huesos blandos», es una enfermedad que provoca la reducción de la densidad de los huesos. Esto hace que quienes la padecen sean propensos a sufrir dolorosas fracturas, sobre todo en la columna vertebral y la cadera, a padecer dolores persistentes e incapacitantes y a perder altura.
Las personas con trastornos alimentarios corren el riesgo de desarrollar osteoporosis porque sus cuerpos se ven privados de los nutrientes vitales que los huesos necesitan para crecer y mantenerse fuertes. El calcio es el nutriente más importante para los huesos.
El riesgo de osteoporosis es especialmente grave para las personas con trastornos alimentarios porque es habitual que se desarrollen patrones alimentarios peligrosos a partir de los 13 años y durante toda la adolescencia, cuando los huesos aún están creciendo y alcanzando su máxima fortaleza.
Anorexia y fertilidad
La infertilidad es una complicación grave y común de la anorexia. Si la grasa corporal de una mujer disminuye drásticamente, dejará de producir la hormona, el estrógeno, que es necesaria para estimular la ovulación.
Nueve de cada diez mujeres con anorexia dejarán de tener la menstruación. Si los ciclos menstruales y la ovulación se suprimen durante mucho tiempo, esto puede afectar a la fertilidad. Un estudio reciente descubrió que una de cada cinco mujeres en una clínica de FIV tenía problemas debido a un trastorno alimentario.
La interrupción de la menstruación puede ser permanente, si la persona que la padece ha tenido anorexia sin tratar durante mucho tiempo. Pero para la mayoría de las mujeres, la menstruación volverá a empezar cuando empiecen a ganar peso. Aproximadamente el 80% de las mujeres que se recuperan de la anorexia recuperan su capacidad para concebir.
Si una mujer con anorexia concibe, se enfrenta a un alto riesgo de aborto y de tener un bebé de bajo peso. Cualquier mujer que esté luchando contra un trastorno alimentario debería retrasar el embarazo hasta que se haya recuperado.
Anorexia y problemas cardíacos
La anorexia tiene la tasa de mortalidad más alta de todas las formas de enfermedad mental, con tasas de entre el 10 y el 15 por ciento. Una proporción significativa de estas muertes se debe a la insuficiencia cardíaca como resultado de una anorexia severa de larga duración.
Cuando la anorexia se ha vuelto tan severa, el corazón suele estar dañado. No hay suficiente grasa corporal para proteger el corazón, se puede desarrollar anemia, que debilita la sangre, y suele haber una mala circulación. Esto significa que el corazón no es capaz de bombear y hacer circular la sangre con eficacia.
La anorexia grave provoca la pérdida de masa muscular, incluido el músculo del corazón. En consecuencia, los músculos del corazón pueden debilitarse físicamente, puede haber una caída general de la presión arterial y el pulso puede contribuir a una frecuencia respiratoria más lenta.
Los estudios han demostrado que la mayoría de las personas con anorexia que ingresan en el hospital tienen una frecuencia cardíaca baja. Los problemas cardíacos más comunes incluyen arritmias (latidos cardíacos rápidos, lentos o irregulares), bradicardia (latidos cardíacos lentos) e hipotensión (presión arterial baja).
Anorexia y problemas neurológicos (cerebrales)
Las personas con anorexia grave pueden sufrir daños nerviosos que afectan al cerebro y a otras partes del cuerpo. Esto puede conducir a condiciones afectadas por los nervios, incluyendo el desarrollo de convulsiones, pensamiento confuso e irritabilidad extrema y entumecimiento o sensaciones nerviosas extrañas en las manos o los pies (neuropatía periférica).
Los escáneres cerebrales muestran que partes del cerebro pueden sufrir cambios estructurales y actividad anormal durante los estados anoréxicos. Algunos de estos cambios vuelven a la normalidad después de ganar peso, pero hay pruebas de que algunos daños pueden ser permanentes.
Anorexia y anemia (o problemas sanguíneos)
La anemia es un resultado común de la anorexia y la inanición. En un estudio, el 38% de los participantes anoréxicos tenían anemia. Un problema sanguíneo especialmente grave es la anemia perniciosa, que puede estar causada por niveles muy bajos de vitamina B12. Si la anorexia se vuelve extrema, la médula ósea reduce drásticamente su producción de células sanguíneas, una condición potencialmente mortal llamada pancitopenia.