Lean nació de las prácticas de fabricación, pero en los últimos tiempos ha transformado el mundo del trabajo y la gestión del conocimiento. Fomenta la práctica de la mejora continua y se basa en la idea fundamental del respeto a las personas. Womack y Jones definieron los cinco principios de la fabricación ajustada en su libro «La máquina que cambió el mundo». Los cinco principios se consideran una receta para mejorar la eficiencia del lugar de trabajo e incluyen 1) definir el valor, 2) mapear el flujo de valor, 3) crear flujo, 4) utilizar un sistema pull y 5) perseguir la perfección. En las siguientes secciones se ofrece una visión detallada de cada principio.
Explicación de los cinco principios Lean:
Figura 1. Los cinco principios Lean
1. Definir el valor
Para entender mejor el primer principio de definir el valor del cliente, es importante entender qué es el valor. El valor es lo que el cliente está dispuesto a pagar. Es primordial descubrir las necesidades reales o latentes del cliente. A veces los clientes pueden no saber lo que quieren o son incapaces de articularlo. Esto es especialmente frecuente cuando se trata de productos o tecnologías novedosos. Hay muchas técnicas, como las entrevistas, las encuestas, la información demográfica y la analítica web, que pueden ayudarle a descifrar y descubrir lo que los clientes consideran valioso. Mediante el uso de estas técnicas cualitativas y cuantitativas se puede descubrir qué quieren los clientes, cómo quieren que se les entregue el producto o servicio y el precio que se pueden permitir.
2. Mapear el flujo de valor
El segundo principio Lean es identificar y mapear el flujo de valor. En este paso, el objetivo es utilizar el valor del cliente como punto de referencia e identificar todas las actividades que contribuyen a estos valores. Las actividades que no añaden valor al cliente final se consideran residuos. Los residuos pueden dividirse en dos categorías: las que no aportan valor pero son necesarias y las que no aportan valor & innecesarias. Los segundos son puro desperdicio y deben eliminarse, mientras que los primeros deben reducirse al máximo. Al reducir y eliminar los procesos o pasos innecesarios, se puede asegurar que los clientes están recibiendo exactamente lo que quieren y, al mismo tiempo, se reduce el coste de producción de ese producto o servicio.
3. Crear flujo
Después de eliminar los desperdicios del flujo de valor, la siguiente acción es asegurar que el flujo de los pasos restantes funcione sin interrupciones ni retrasos. Algunas estrategias para garantizar que las actividades que añaden valor fluyan sin problemas son: desglosar los pasos, reconfigurar los pasos de producción, nivelar la carga de trabajo, crear departamentos multifuncionales y formar a los empleados para que sean polivalentes y adaptables.
4. Establecer el pull
El inventario se considera uno de los mayores desperdicios en cualquier sistema de producción. El objetivo de un sistema basado en el pull es limitar el inventario y los elementos de trabajo en proceso (WIP), al tiempo que se garantiza que los materiales y la información necesarios estén disponibles para un flujo de trabajo fluido. En otras palabras, un sistema pull permite la entrega y la fabricación «justo a tiempo», en la que los productos se crean en el momento en que se necesitan y en las cantidades necesarias. Los sistemas «pull» se crean siempre a partir de las necesidades de los clientes finales. Siguiendo el flujo de valor y trabajando hacia atrás a través del sistema de producción, se puede asegurar que los productos producidos serán capaces de satisfacer las necesidades de los clientes.
5. Perseguir la perfección
Los despilfarros se evitan mediante la consecución de los cuatro primeros pasos: 1) identificar el valor, 2) mapear el flujo de valor, 3) crear un flujo y 4) adoptar un sistema pull. Sin embargo, el quinto paso, la búsqueda de la perfección, es el más importante de todos. Hace que el pensamiento Lean y la mejora continua de los procesos formen parte de la cultura organizativa. Todos los empleados deben esforzarse por alcanzar la perfección mientras entregan productos basados en las necesidades de los clientes. La empresa debe ser una organización que aprende y siempre encuentra formas de mejorar un poco cada día.
Aplicación de los principios
Los cinco principios Lean proporcionan un marco para crear una organización eficiente y eficaz. Lean permite a los directivos descubrir las ineficiencias de su organización y ofrecer un mejor valor a los clientes. Los principios fomentan la creación de un mejor flujo en los procesos de trabajo y el desarrollo de una cultura de mejora continua. Al practicar los 5 principios, una organización puede seguir siendo competitiva, aumentar el valor entregado a los clientes, disminuir el coste de hacer negocios y aumentar su rentabilidad.
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