Tu hijo en edad de crecimiento necesita vitaminas y minerales como la vitamina D y el calcio para fortalecer sus huesos. La leche de vaca pasteurizada y enriquecida contiene vitamina D. La mayor parte de la leche de vaca que se vende en las tiendas de Estados Unidos está enriquecida con vitamina D. La leche de vaca enriquecida es una buena fuente de vitamina D y de calcio.
¿Cuándo debo introducir a mi hijo en la leche de vaca enriquecida?
A los 12 meses de edad (pero no antes), su hijo puede empezar a tomar leche de vaca enriquecida. Antes de los 12 meses, la leche de vaca puede suponer un riesgo de hemorragia intestinal. Además, tiene demasiadas proteínas y minerales para que los riñones de tu bebé puedan manejarlos y no tiene la cantidad adecuada de nutrientes que tu bebé necesita.
¿Cuánto y con qué frecuencia?
Los niños necesitan una dieta equilibrada y variada. La leche de vaca enriquecida puede formar parte de esta dieta, pero no es lo único. Los pediatras recomiendan que los niños beban de 16 a 24 onzas (de 2 a 3 tazas) de leche de vaca enriquecida al día para satisfacer las necesidades de calcio. Si su hijo bebe demasiada leche de vaca enriquecida, es posible que no tenga hambre de otros alimentos con nutrientes importantes. Algunos expertos afirman que consumir demasiada leche de vaca enriquecida puede dificultar que el cuerpo de su hijo absorba el hierro que necesita de los alimentos.
Continúe siguiendo las señales de su hijo para decidir cuándo tiene hambre o está lleno. Hable con el médico o la enfermera de su hijo si tiene más preguntas sobre la adición de leche de vaca enriquecida en su dieta.
¿Leche de vaca entera o leches de vaca con menos grasa?
Los niños pueden tomar leche de vaca entera. La leche de vaca entera es lo mismo que la leche de vaca baja en grasa, excepto que tiene más grasa. Es importante que los niños ingieran grasa en su dieta para un crecimiento y desarrollo saludables. Si su hijo tiene un aumento de peso excesivo o antecedentes familiares de obesidad, colesterol o triglicéridos altos, o enfermedades cardiovasculares, hable con el médico o la enfermera de su hijo sobre el tipo de leche de vaca que debe darle. Estas son las cosas que debe recordar:
- Elija una que no tenga sabor. La leche de vaca con sabor puede tener azúcar añadido. Su hijo no necesita azúcar añadido.
- Asegúrese de que la leche de vaca de su hijo está pasteurizada y fortificada con vitamina D.
- Elija una que no tenga sabor. Las alternativas a la leche de vaca con sabor pueden tener azúcar añadido. Su hijo no necesita azúcar añadido.
- Elija una que esté fortificada con vitamina D. Compruebe las etiquetas, ya que el contenido vitamínico puede variar entre marcas.
- Hable con el médico o la enfermera de su hijo sobre la alternativa láctea que está utilizando, ya que las vitaminas y los minerales de este tipo de leches son diferentes a los de la leche de vaca.
Leche cruda
La leche cruda y los productos lácteos crudos de vaca, cabra y oveja pueden llevar bacterias dañinas y otros gérmenes que pueden hacer que su hijo enferme mucho y pueden ser potencialmente mortales. La leche cruda también puede denominarse leche no pasteurizada. No le dé a su hijo leche cruda o sin pasteurizar.
Alternativas a la leche
Las alternativas a la leche de vaca pueden incluir la leche de soja, las leches de frutos secos (almendra, coco, anacardo u otros) y las leches de arroz.
Si elige una alternativa a la leche de vaca, estas son las cosas que debe recordar:
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