Las más bellas y mejores ciudades para visitar en México

San Luis Potosí

San Luis Potosí es una ciudad en el corazón de México con una población de más de 800 mil habitantes. La zona metropolitana es un excelente ejemplo de asentamiento colonial español, con catedrales asombrosas y amplias plazas públicas.

Aunque la ciudad está rodeada de paisajes áridos, San Luis Potosí es en sí misma un centro cultural para la región homónima. Recorra el centro de la ciudad, donde los impresionantes edificios barrocos le han valido a esta ciudad un lugar en la lista de patrimonio de la UNESCO. La Catedral Metropolitana es el brillante epicentro de San Luis Potosí. A poca distancia de esta obra maestra del siglo XVII, encontrará las encantadoras calles adoquinadas, los cafés escondidos y los parques que dan a esta ciudad su ambiente relajado. Pasee por la pintoresca Plaza del Carmen y entre en el Museo Regional Potosino para aprender más sobre esta región mexicana.

Zacatecas

A pocas horas en coche de San Luis Potosí se encuentra Zacatecas, una ciudad que financió su magnífica arquitectura gracias a la industria minera de la plata que aquí prosperó. Zacatecas se encuentra en un valle, y mientras se viaja hasta aquí, se puede disfrutar de espectaculares paisajes de colinas. Zacatecas se convirtió en un centro neurálgico religioso crucial bajo el dominio español, y el casco antiguo alberga nada menos que 15 complejos católicos. La Catedral de Zacatecas es una visita obligada para todos los visitantes, y los amantes del arte babearán por las obras de artistas internacionales expuestas en el Museo Pedro Coronel.

Toma el teleférico hasta la parte elevada de Zacatecas, y contempla toda la belleza de la ciudad desde lo alto.

Ciudad de Oaxaca

Oaxaca está considerada como una de las capitales culinarias de México, con especialidades como el mole, las empanadas y los tamales originarios de aquí. Pero además de deleitarse con platos regionales para chuparse los dedos, la principal ciudad de Oaxaca cuenta con pintorescas tiendas, arquitectura milenaria y festividades que ponen de relieve la rica cultura oaxaqueña. La mayor parte de lo más destacado se concentra en los barrios de Centro y Reforma, donde la plaza Zócalo Oaxaca y el complejo religioso Templo de Santo Domingo acaparan la mayor parte de la atención. Oaxaca tiene montones de calles estrechas con fachadas de colores, donde se puede pasear durante horas.

Vea la ciudad desde una perspectiva diferente en el perfectamente comisariado Jardín Etnobotánico de Oaxaca, donde las plantas y flores autóctonas muestran la biodiversidad de la región de Oaxaca.

Puebla (Ciudad)

Cuando la mayoría de las ciudades pueden contar con su ingeniería histórica y sus museos culturales, la ciudad de Puebla añade una naturaleza impresionante a la mezcla. Esta ciudad de 1,5 millones de habitantes se encuentra a casi 2.200 metros sobre el nivel del mar y se asoma a los gigantescos volcanes Matlalcueye (4.461 m) y Popocatépetl (5.426 m). Suba a la Estrella de Puebla, una noria que le dará una excelente primera impresión de la ciudad. Bájese para ver la obra maestra icónica del diseño y la arquitectura de la ciudad, la Iglesia de Santo Domingo y la contigua Capilla del Rosario. El interior de esta catedral y capilla está cubierto de oro, hermosas estatuas y ricos adornos.

Tómate un descanso del bullicioso centro en el Parque Ecológico, una reserva con exuberantes jardines, rutas ciclistas y un aviario.

Guanajuato

Con sus casas enlucidas, plazas con majestuosas fuentes y museos de arte, Guanajuato es una típica ciudad mexicana llena de patrimonio. El hecho de que Guanajuato esté asentada en un valle rodeado de verdes colinas sólo se hace patente cuando uno se aventura a contemplar el Monumento al Pipila Guanajuato, al que se llega en teleférico desde la ciudad. Desde aquí, Guanajuato se extiende a tus pies como un intrincado mosaico.

Uno de los callejones más famosos de Guanajuato -e incluso de México- es el Callejón del Beso. Este callejón es el escenario de una conocida historia de amor, y ahora las parejas acuden a él para besarse entre las viviendas de vibrantes colores para tener suerte en el amor.

Guanajuato es una ciudad extremadamente peatonal, ya que muchas de sus estrechas calles no son accesibles para los coches.

Mérida

Mérida se encuentra en Yucatán, un estado que es alabado principalmente por sus playas bañadas por el sol, sus antiguos sitios mayas y sus cenotes subterráneos. Mérida es la prueba de que este estado tropical también tiene una arquitectura fastuosa y una vida urbana emocionante. Al pasear por la capital del estado, seguro que se topará con el Palacio Cantón, una extravagante residencia familiar que ahora se ha convertido en el Museo de Antropología. Para aprender más sobre la arquitectura de estilo europeo y la historia familiar, pasa un rato en la espléndida Quintana Montes Molina, una gran mansión donde se ofrecen visitas guiadas.

Tómate un descanso de la exploración en un banco de la Plaza Grande, un parque central donde podrás disfrutar de espectáculos callejeros, puestos de comida y vistas a la maravillosa Catedral de Mérida.

Santiago de Querétaro

Entre Ciudad de México y San Luis Potosí se encuentra Santiago de Querétaro, una atractiva ciudad de unos 625.000 habitantes. Santiago de Querétaro se cuenta entre las ciudades más soberbias de México, y se ganó este estatus debido a la presencia de algunas estructuras y museos extraordinarios. Es imposible perderse el Acueducto de Querétaro, una obra hidráulica del siglo XVIII que aún se mantiene en pie y atraviesa toda la ciudad.

El Museo Casa de la Zacatecana es un acogedor museo que tiene su sede en una vivienda medieval y representa la vida de la élite colonial española. Si sigue caminando por las calles empedradas, deténgase en el Templo de Santa Rosa de Viterbo. Esta catedral barroca es un lugar excepcional para concluir tu recorrido por Santiago de Querétaro.

Taxco

Taxco es -según la Secretaría de Turismo, uno de los «Pueblos Mágicos» de México. Un paseo por el pueblo muestra rápidamente por qué Taxco merece este honorable título. Este asentamiento colonial tiene casas con las clásicas tejas naranjas en los tejados, una destacada catedral y extravagantes tiendas de joyería de plata. Su proximidad a Ciudad de México convierte a Taxco en un destino muy apreciado para las excursiones de fin de semana y de un día.

Contempla la ciudad a vista de pájaro en el monumento a Cristo Rey, un mirador con una imponente estatua de Cristo y vistas vírgenes. En el centro, la iglesia de Santa Prisca de Taxco es uno de los brillantes edificios que se financiaron con la lucrativa minería de la plata.

San Miguel de Allende

San Miguel de Allende también se encuentra en el estado de Guanajuato, en el altiplano central de México. Esta ciudad con carácter es un sueño para los viajeros amantes de la cultura, ya que su compacto centro cuenta con calles salpicadas de maravillosas fachadas, artistas callejeros e iglesias neogóticas. En esta ciudad se encuentra la Plaza de Toros San Miguel de Allende, una de las más antiguas de México. Diríjase al Jardín Allende para sumergirse en el ambiente de esta ciudad medieval. La catedral de la Santa Escuela de Cristo es la que más llama la atención en este parque, con su exterior de piedra roja y sus vivos ornamentos en el interior. Detrás de las elegantes fachadas del centro de la ciudad, encontrarás lugares interesantes como el museo de historia regional.

Si tu agenda de viaje te lo permite, visita San Miguel de Allende el día del patrón San Miguel Arcángel en septiembre, o la Fiesta del Día de la Muerte en noviembre.

Resumen

México cuenta con numerosas ciudades hechizantes, cada una de las cuales tiene edificios maravillosamente diseñados, museos fascinantes, miradores y parques para pasar el rato. Algunas de estas ciudades colindan con reservas naturales que proporcionan espectaculares telones de fondo y la oportunidad de escapar de las bulliciosas calles.

México

Huub Lakerveld

Escritor y viajero

Huub viaja por el mundo como nómada digital desde principios de 2018, mientras trabaja como escritor de viajes. Su pasión por los viajes está impulsada por la conexión con los lugareños y la búsqueda de paisajes diferentes. Siempre acompañado por sus compañeros de viaje favoritos: una cámara y un cuaderno.

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