Un pequeño cuerpo de literatura ha sugerido que, en lugar de ser más propensos a participar en el comportamiento ofensivo o violento, los individuos con trastorno del espectro autista (TEA) pueden tener en realidad un mayor riesgo de ser la víctima en lugar del autor de la violencia (Sobsey, Wells, Lucardie, & Mansell, 1995 ). No hay pruebas de que las personas con TEA sean más violentas que las que no tienen TEA (Im, 2016). No obstante, existe un pequeño subgrupo de individuos con TEA que presentan conductas delictivas violentas y nuestro trabajo anterior ha sugerido que otros factores, como las experiencias infantiles adversas, podrían ser importantes en este subgrupo (Allely, Minnis, Thompson, Wilson, & Gillberg, 2014 ). Fitzgerald ( 2015 ) destaca que los tiroteos en las escuelas y los asesinatos en masa no son raramente llevados a cabo por individuos con trastornos del neurodesarrollo, con evidencia frecuente de indicadores de alerta. El objetivo de la presente revisión es investigar esto con más detalle utilizando los 73 eventos de tiroteo masivo identificados por Mother Jones (motherjones.com) en su base de datos para posibles características de TEA. Hay 73 sucesos de tiroteos masivos, pero hay dos sucesos en los que hay un par de tiradores, lo que significa que se investigaron 75 casos de tiradores masivos. Este ejercicio sugiere tentativamente evidencia de TEA en seis de los 75 casos incluidos (8%), lo cual es aproximadamente ocho veces mayor cuando se compara con la prevalencia de TEA encontrada en la población general en todo el mundo (motherjones.com). La cifra del 8% de individuos con TEA implicados en asesinatos en masa es una estimación conservadora. Además de los seis casos que proporcionan la cifra del 8%, hubo otros 16 casos con algún indicio de TEA. Fundamentalmente, el TEA puede influir, pero no es la causa, de que un individuo cometa actos violentos extremos como un episodio de tiroteo en masa.