Aunque las Sun Chips son más saludables que algunas de sus compañeras, podrían no ser tan sanas como parecen. Tras realizar su propio análisis, el grupo de defensa GMO Free USA determinó en 2015 que la empresa utilizaba maíz modificado genéticamente para fabricar sus patatas fritas (vía Prevention). El grupo también detectó el glifosato químico que mata las malas hierbas, que es un ingrediente del herbicida Roundup. Aunque las implicaciones para la salud de las Sun Chips no están claras, las investigaciones existentes habían relacionado el Roundup con defectos de nacimiento, diferentes formas de cáncer y daños en el ADN, entre otros problemas.
Según explica Eat This, Not That!, las patatas fritas también contienen maltodextrina, que está relacionada con el maíz modificado genéticamente y se ha descubierto que causa problemas gastrointestinales a algunas personas. En general, la cantidad de sodio contenida en una sola porción -hasta 140 miligramos en algunos sabores y 170 miligramos en el caso de Harvest Cheddar- y su cantidad no despreciable de grasa por porción también impiden que este snack sea un ganador nutricional. Como señaló un usuario de Reddit, estas patatas fritas deberían seguir considerándose comida basura. Escribieron: «Sun siguen siendo patatas fritas llenas de sal y cosas añadidas. Haz tus propias patatas fritas con manzanas, plátanos, batata, cualquier fruta y verdura que tengas a mano.» Tiene sentido.