¿Ha escuchado recientemente el término «tracción lingual» del pediatra de su hijo o quizás de un amigo, pero no sabe lo que realmente significa?
Cuando este trastorno representa casi la mitad de los pacientes de ortodoncia, es lamentable que muchos padres nunca tengan la oportunidad de aprender más sobre él.
Eso es lo que esperamos cambiar con el post de hoy. Empezaremos con la pregunta fundamental de qué es esta condición y luego desentrañaremos todos los intrincados detalles en términos sencillos.
¿Qué es la tracción lingual?
La tracción lingual es el nombre común de un trastorno que implica patrones musculares disfuncionales en la boca.
Los pacientes con este trastorno tienden a tener un problema de comportamiento en el que empujan la lengua hacia delante contra los dientes frontales en determinadas situaciones. Normalmente, este patrón se desencadena cuando el paciente está tragando, hablando o simplemente descansando su lengua.
En general, este patrón de empuje no es nada fuera de lo normal en los niños pequeños. De hecho, la mayoría de los niños muestran signos de empuje lingual al tragar. Esto se debe a que tienden a utilizar la lengua para agarrarse y exprimir la leche en lugar de succionarla, independientemente de si son amamantados o alimentados con biberón.
Sin embargo, a medida que los niños crecen, la mayoría de ellos tienden a superar este hábito y aprenden a seguir un patrón de deglución normal. Por desgracia, aunque la mayoría de los niños rompen este patrón con el tiempo, muchos no lo hacen.
Si estos problemas persisten más allá de los 6 años, suele ser un fuerte indicador de un trastorno y la interposición lingual es el culpable más común.
Antes de seguir adelante, sepa que también puede escuchar este trastorno llamado con otros nombres como trago invertido o inmaduro.
¿Por qué es un problema?
Aunque no parezca una gran causa de preocupación, la interposición lingual puede causar problemas importantes. Permítanos explicarlo.
¿Sabías que el niño medio traga hasta 2.000 veces al día?
¿Sabía también que la deglución media ejerce una presión de unas cuatro libras (1,8 kg)?
Con estos datos en mente, no debería sorprender que la presión aplicada sobre los dientes delanteros pueda alterar significativamente la alineación de los dientes.
Para una comparación ilustrativa, los brackets ofrecen un gran ejemplo, ya que aplican una presión continua a lo largo del día para mover y remodelar lentamente los dientes. Lo mismo ocurre cuando la lengua aplica una presión de 4 libras en cada una de las 2.000 veces que un niño traga en un solo día.
Además de la mala posición de los dientes, el empuje de la lengua también puede provocar problemas en el habla. Esto suele incluir la dificultad para emitir correctamente algunos sonidos o hablar con un ceceo.
Por último, algunos niños con esta afección tienen dificultades para tragar la comida correctamente. Por ejemplo, pueden dar grandes bocados, tragar sin masticar correctamente y tener un hábito de comer desordenado.
En resumen, la interposición lingual no sólo presenta desafíos prácticos en la vida diaria de un niño, sino que también puede disminuir su autoestima con los cambios en la apariencia que siguen.
¿Cuáles son las consecuencias de no tratar una interferencia lingual?
Si no se trata, la interferencia lingual puede provocar complicaciones como:
- Dientes malformados: La presión constante sobre los dientes presenta numerosas repercusiones dentales. Por ejemplo, puede empujar los dientes delanteros hacia delante y crear un hueco entre los dientes centrales superiores e inferiores. Esta condición se conoce como mordida abierta.
- Habla incorrecta: La producción incorrecta de ciertos sonidos del habla es muy probable que persista y puede ir acompañada de un ceceo permanente.
- Cambios orofaciales: Algunos niños también experimentan un cambio dramático en la forma de la cara, generalmente resultando en una estructura facial alargada. Una complicación más común implica que la lengua sobresalga de entre los dientes.
Considerando todas las consecuencias a largo plazo señaladas anteriormente, recomendamos encarecidamente consultar a un profesional y comenzar el tratamiento lo antes posible.
Como ocurre con muchas afecciones, la intervención temprana es clave para el éxito del tratamiento.
¿Qué causa la interferencia lingual?
Aunque no hay una causa concluyente para la interferencia lingual, la siguiente es una lista de posibles causas:
- Una lengua excepcionalmente grande
- Malos hábitos orales como chuparse el dedo
- Alergias junto con amígdalas inflamadas
- Dificultades neurológicas o de desarrollo
- Lactancia materna o biberón-alimentación más allá de los 18 meses
- Un trastorno llamado anudamiento lingual que limita el movimiento de la lengua
- Miembros de la familia diagnosticados con la misma condición
¿Cómo identificar un empuje lingual?
A continuación se presentan algunos de los síntomas más comunes para este trastorno:
- Respirar por la boca, especialmente en ausencia de alergias o congestión nasal
- Incapacidad de cerrar completamente los labios, ya sea por una estructura irregular o por el hábito
- Tener un hueco entre los dientes frontales superiores e inferiores (una mordida abierta)
- Producir ciertos sonidos de forma incorrecta, normalmente con un ceceo
- La lengua sobresale entre los dientes delanteros. Este es el mayor signo revelador de la interferencia lingual.
Aunque esa lista de síntomas es un gran comienzo, siempre hay que consultar a un profesional para un diagnóstico adecuado, ya que es bastante complejo.
Aparte de eso, también debes tener en cuenta la edad de tu hijo. Los niños menores de 4 años suelen tener un patrón de deglución naturalmente defectuoso que desaparece por sí solo.
¿Cómo afectan los empujes linguales a la ortodoncia?
El éxito a largo plazo de cualquier tratamiento de ortodoncia depende en gran medida de curar primero los empujes linguales.
Si bien el ortodoncista puede arreglar los problemas específicos inicialmente, tales esfuerzos son inútiles sin un plan adecuado para deshacerse o al menos minimizar el hábito de empuje. Esto se debe a que cualquier corrección se deteriorará con el tiempo, ya que la presión lingual que la requirió en primer lugar sigue ahí. De ahí que la recaída esté casi garantizada entre los pacientes que no se tratan la interposición lingual.
Por decirlo de otra manera, deshacerse de la interposición lingual permite que los tratamientos de ortodoncia, como los brackets, fijen antes los dientes y los mantengan perfectamente alineados a partir de entonces.
¿Qué puede hacer un SLP para ayudar a corregir la interferencia lingual?
Un patólogo del habla (SLP) puede ayudar a tratar la interferencia lingual utilizando métodos de terapia del habla que no son invasivos pero sí muy eficaces.
El tratamiento suele consistir en un plan personalizado de ejercicios diseñados para fomentar una posición de reposo de la lengua y un patrón de deglución normales. Si hay algún error de articulación, el plan de tratamiento se ajusta para tenerlo en cuenta también. Aparte de eso, un logopeda también ayuda a identificar y romper cualquier hábito oral negativo, como chuparse el dedo.
Con un plan de terapia eficaz, su hijo verá un descenso significativo de la interposición lingual en 8-12 semanas.
Sólo recuerde: las sesiones de terapia guiarán y mantendrán a su hijo en el camino correcto, pero los principales pasos en este viaje vendrán de seguir el plan de ejercicios en casa.
Si cree que su hijo se beneficiaría de la terapia para ayudar a corregir la interposición lingual, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Estamos aquí para ayudar!