Siempre me estremezco un poco por dentro cuando leo que la gente tira sus brochas cuando usa pintura a base de aceite. Sí, no es tan fácil de limpiar como las pinturas a base de agua como el látex, pero el proceso de limpieza realmente no es tan difícil (y vale la pena el dinero que costaría comprar y tirar una brocha barata).
La pintura a base de aceite en las manos es lo peor. Vas a lavarla y el agua se desliza directamente sobre esa mancha de pintura en el dedo. Hace un par de meses, estaba pintando con pintura de pizarra. Fui a lavarla y, por costumbre, la llevé al fregadero, la puse bajo el grifo y rodeé la brocha con la mano para apretarla. Enseguida supe que había metido la pata: me pilló con las manos negras.
Seguro que el truco que uso para las marcas de pintura más pequeñas en la mano iba a funcionar para esta.
Sí, es cierto. Todo lo que necesitas para limpiar la pintura a base de aceite de tu piel son dos elementos que probablemente ya tengas en tu cocina: jabón para platos y aceite de oliva. Vierte un poco de aceite de oliva y jabón para vajilla en tus manos, y enjabónalas. Frota la piel pintada y debería empezar a desaparecer.
¿El truco funcionó para toda mi mano cubierta de pintura negra? Seguro que sí!
En cuanto a la limpieza de la pintura al óleo de los pinceles, reservo un tarro de cristal viejo (pepinillos, compota de manzana – uno con boca ancha) para limpiar mis pinceles. Vierto unos cinco centímetros de alcohol mineral o diluyente de pintura en el tarro (lo suficiente para cubrir la pintura del pincel), y pongo mi pincel dentro. Nunca me apetece mucho limpiar los restos de pintura, así que suelo dejarlo ahí hasta que me pongo a ello, esa misma noche, al día siguiente o, a menudo, hasta el fin de semana.
Simplemente se agita el pincel y luego se limpia con una toalla. A menudo, tapo el tarro y lo vuelvo a utilizar para mi siguiente proyecto con base de aceite. Suelo utilizar el mismo producto 3 o 4 veces, y luego lo desecho.
En realidad, recojo mis alcoholes minerales/disolventes de pintura usados en una jarra más grande en el garaje, y luego, cuando vamos a la instalación de residuos peligrosos una vez al año para deshacernos de nuestros otros productos domésticos que nunca deberían ir a los vertederos, llevo esa jarra conmigo. Los talleres de reparación de automóviles e incluso algunas ferreterías también aceptarán su diluyente de pintura usado, a veces por una pequeña tarifa.
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