Un asunto emocional se define como cualquier infidelidad que ocurre a través de los sentimientos o pensamientos. Con el desarrollo tecnológico de los teléfonos celulares e Internet, la definición de engaño se ha ampliado para incluir la definición tradicional, además de los sentimientos y/o pensamientos que comprenden la infidelidad emocional.
¿Qué es el engaño?
La definición tradicional de engaño es que una persona en una relación comprometida se involucra sexualmente con alguien que no es su pareja o cónyuge. En los últimos años, el engaño se ha ampliado para incluir no sólo una aventura física, sino también la emocional.
Engañar ahora incluye tener correspondencia íntima con alguien mientras está en un teléfono celular, reunirse con alguien a través de Internet o en el trabajo, y mantener una estrecha relación emocional con alguien que no sea su cónyuge.
La diferencia entre una aventura física y una aventura emocional
La principal diferencia entre una aventura física y una aventura emocional es el contacto físico real. Por lo general, el engaño involucra a las personas que se encuentran cara a cara y luego se involucran en el sexo físico.
Con una aventura emocional, puede haber una reunión, pero puede ocurrir en un teléfono celular, una computadora, o una cita para almorzar con alguien que no sea el cónyuge y no hay intimidad física. Muchas de las personas que engañan emocionalmente no lo consideran una infidelidad. Su pensamiento es que, como no hay un contacto físico real, el comportamiento no puede considerarse engaño.
Por ejemplo, Janice volvió a conectar con Dean, un antiguo novio del instituto en Facebook. Los dos empezaron a enviarse mensajes y pronto compartieron detalles íntimos sobre los problemas de sus matrimonios. Este intercambio les llevó a formar un vínculo emocional debido a sus sentimientos de apoyo mutuo.
En poco tiempo, Janice y Dean están reviviendo su antiguo noviazgo y se preguntan por qué rompieron porque tienen mucho «en común». Ansían verse, sienten que se reaviva lo que sentían cuando eran adolescentes, y en poco tiempo ambos expresan su amor por el otro.
Y ahí lo tienes. Janice y Dean no están siendo infieles en el sentido tradicional, pero han formado un vínculo emocional y están comprometidos en una aventura emocional.
El resultado final es que el cónyuge infiel está prestando más atención emocional a alguien que no es su pareja, y se está alejando del compromiso que hizo con su matrimonio.
Una aventura emocional puede llevar a una aventura física
Una aventura emocional comienza con el intercambio de información personal. A medida que las personas involucradas se conocen más, la información se vuelve más personal. Algunos argumentan que una aventura emocional es inofensiva porque es más una relación casual que el engaño tradicional; sin embargo, la naturaleza íntima de la comunicación, además de la inversión emocional realizada por las personas involucradas, coloca una aventura emocional en el mismo nivel o peor que el engaño tradicional.
Es mucho más peligroso para un matrimonio que su cónyuge se conecte con alguien emocionalmente que físicamente. Cualquiera que se sienta atraído por otra persona a nivel emocional debería considerar las posibles consecuencias de dicha aventura. Las aventuras emocionales tienen la misma probabilidad de conducir al divorcio que las físicas.
El peligro de una aventura emocional
Aunque es sano y normal que las personas tengan amistades fuera del matrimonio, una aventura emocional amenaza el vínculo emocional entre los cónyuges. Las amistades se basan en la atracción, en el sentido de que nos sentimos atraídos por diversas cualidades de nuestros amigos, y las amistades sanas no tienen por qué amenazar un matrimonio en absoluto, sino que añaden riqueza y disfrute a la vida.
Sin embargo, cuando una atracción se convierte en una obsesión o en una aventura, puede llegar a ser perjudicial para todos los implicados, y no hay nada más dañino para un matrimonio que la ruptura del vínculo emocional que los cónyuges tienen el uno por el otro.