Johannes Gutenberg
Johannes Guttenberg fue un orfebre, impresor y editor alemán. Se le conoce sobre todo por haber desarrollado un tipo móvil para la impresión. Utilizó su método para imprimir el primer gran libro impreso de Europa, la Biblia de las cuarenta y dos líneas, en 1455. A Gutenberg se le atribuye la invención de una de las tecnologías más importantes que posteriormente dio paso al período del renacimiento y a la era de la ilustración en Europa.
Su contribución contribuyó en gran medida a impulsar la era del aprendizaje y la difusión de la educación en las masas. Gutenberg mejoró el proceso de impresión al introducir la producción en masa de tipos móviles y el uso de tinta a base de aceite para la impresión de libros.
Vida temprana: Gutenberg nació en 1398 en la ciudad alemana de Maguncia. Algunos historiadores sostienen que nació en 1395. Sin embargo, no hay pruebas seguras sobre su año de nacimiento. El padre de Gutenberg era un comerciante alemán que se dedicaba al comercio de telas. Su familia tenía raíces patricias. En 1411, estalló una agitación en Maguncia contra los patricios y, como resultado, la familia de Gutenberg tuvo que trasladarse.
Según ciertos relatos, su familia se trasladó a Estrasburgo, en Francia. Gutenberg posiblemente estudió en la Universidad de Erfurt. Su padre murió en 1419 y una carta escrita por él en 1434 confirma que residía en Estrasburgo. Gutenberg comenzó a trabajar en la milicia de Estrasburgo como orfebre, pero no se sabe de dónde aprendió este oficio.
Invención del Tipo móvil: Durante su estancia en Estrasburgo, Gutenberg comenzó a trabajar en la imprenta. Ya estaba familiarizado con el proceso de fabricación de libros. En 1448, Gutenberg regresó a Maguncia, su ciudad natal. Allí pidió dinero prestado a varias personas y comenzó a trabajar en su diseño de tipos móviles. En 1450, su prototipo estaba en estado funcional y el primer artículo que se imprimió con él fue un poema alemán. Gutenberg pidió entonces un préstamo de 800 florines al rico prestamista Johann Fust.
El yerno de Fust, Peter Schoffer, también se unió al proyecto. Se especula que Gutenberg y Fust montaron dos prensas distintas que se utilizaron por separado para imprimir la Biblia y otros textos. En 1455, Gutenberg publicó su primera biblia de cuarenta y dos líneas, llamada Biblia de Gutenberg. En total, imprimió ciento ochenta ejemplares. Durante este tiempo, la prensa de Gutenberg imprimió miles de textos para la iglesia.
En 1456, Gutenberg y Fust se pelearon. Fust demandó a Gutenberg ante el tribunal del arzobispado. Acusó a Gutenberg de malversar los fondos que le había prestado. El tribunal falló a favor de Fust y le entregó la propiedad de la imprenta de la Biblia y la mitad de las Biblias impresas. Este hecho tuvo un efecto devastador en la situación financiera de Gutenberg. Sin embargo, continuó con una pequeña imprenta y siguió imprimiendo biblias en la ciudad de Bamberg.
Algunos historiadores creen que también imprimió trescientos ejemplares del Diccionario del Catolicismo en Maguncia alrededor de 1460. Sin embargo, esto no se puede comprobar ya que Gutenberg nunca imprimió su nombre en los libros que imprimía.
Vida posterior: En 1462, tras la disputa diocesana de Maguncia, el arzobispo Adolp Von Nassau exilió a Gutenberg de Maguncia. Se instaló en Eltville y dirigió una pequeña imprenta de los hermanos Bechtermunze. En 1465, Von Nassau parece haber cambiado de opinión con respecto a Gutenberg.
Le concedió el título de Hoffman (caballero de la corte) y también le aprobó un estipendio mensual, un atuendo para la corte y grano y vino libres de impuestos. Según varios relatos, continuó con el negocio de la imprenta, pero como no ponía su nombre en los textos que publicaba, no es posible saber con certeza la cantidad de trabajos de impresión que realizó.
Durante sus últimos años, Gutenberg se quedó ciego y se vio afectado por una salud frágil. En 1468, Gutenberg murió y fue enterrado en la iglesia franciscana de Maguncia. La iglesia y su cementerio fueron destruidos posteriormente y la tumba de Gutenberg se perdió. A pesar de no haber tenido éxito económico en su vida, Johannes Gutenberg desempeñó un papel importante en la realización de la imprenta, a la que se puede atribuir la aceleración del renacimiento.