Insuficiencia renal crónica

No hay cura para la insuficiencia renal crónica. Sin embargo, hay medidas que puede tomar para ralentizar su progresión.

Medicación

La insuficiencia renal está relacionada con la hipertensión arterial, por lo que su médico puede recetarle medicamentos para la presión arterial. También podría necesitar medicamentos llamados estatinas para reducir su nivel de colesterol.

A menudo las personas con insuficiencia renal crónica experimentan anemia. La anemia se produce cuando su cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos. Es posible que necesite un suplemento para ayudar a aumentar su producción de glóbulos rojos. Como el organismo necesita hierro para fabricar glóbulos rojos, el médico puede recetarle también pastillas o inyecciones de hierro. En algunos casos, puede necesitar una transfusión de sangre para mejorar la salud de sus glóbulos rojos.

Si su problema renal está causando retención de líquidos, los diuréticos pueden ayudar a aliviar su hinchazón. Este medicamento le hace orinar con frecuencia.

Los suplementos de calcio y vitamina D ayudan a proteger sus huesos. Si tiene una enfermedad renal crónica, tendrá niveles de vitamina D más bajos de lo normal, que es esencial para la absorción del calcio. Tomar vitamina D reducirá el riesgo de fracturas óseas. El fosfato es elevado en la insuficiencia renal, y esto también puede reducir la absorción de calcio por parte de su organismo. Su médico puede recetarle aglutinantes de fosfato, un tipo de medicamento para controlar su nivel de fosfato.

Los antihistamínicos pueden aliviar el síntoma de picor en la piel.

Los antieméticos pueden ayudar con las náuseas.

Dieta

También pueden ser necesarios cambios en la dieta. Las personas con insuficiencia renal crónica suelen necesitar reducir su consumo de proteínas. A medida que su cuerpo procesa las proteínas, crea productos de desecho. Los riñones se encargan de filtrar estos residuos. Una dieta baja en proteínas les facilita el trabajo.

También puede ser necesario controlar sus niveles de sal, potasio y fosfato. Trabaje con un dietista para saber qué cantidad de estas sustancias debe consumir.

Acostúmbrese a leer las etiquetas. Aunque no añada sal de mesa a su comida, muchos alimentos preparados, como la sopa enlatada o la comida rápida, ya tienen un alto contenido en sodio.

Aprenda qué alimentos tienen un alto contenido en potasio y cuáles son bajos. Tus riñones son los responsables de filtrar el exceso de potasio de tu cuerpo. Cuando no funcionan bien, no podrán filtrar el potasio correctamente. En las personas con insuficiencia renal crónica, los niveles elevados de potasio (hiperpotasemia) pueden poner en peligro la vida. Puede provocar un funcionamiento anormal del corazón o una parálisis.

También es posible que sus riñones no puedan procesar el fosfato. El fosfato también puede disminuir la capacidad de su cuerpo para absorber el calcio. Los alimentos ricos en fosfato incluyen el pescado, los productos lácteos, los huevos y la carne. Es posible que tenga que comer menos de estos.

También es posible que tenga que limitar los líquidos, para que sus riñones no tengan que trabajar demasiado.

Las personas con insuficiencia renal crónica suelen perder peso. Asegúrese de que está consumiendo suficientes calorías de los alimentos que su dietista ha aprobado y recomendado.

Estilo de vida

También debe evitar fumar y mantener al día sus vacunas, incluidas las de la gripe. Comenta con tu médico los suplementos y los medicamentos de venta libre antes de tomarlos. Si acude a otros médicos por diferentes afecciones, infórmeles siempre de su situación renal.

Tratamiento en fase terminal

Si los intentos de controlar su afección mediante la dieta y la medicación fracasan, podría enfrentarse a una enfermedad renal en fase terminal. Esto ocurre cuando sus riñones están funcionando a sólo el 10 o 15 por ciento de su capacidad total. En esta fase, sus riñones ya no pueden eliminar los residuos tan rápido como los produce.

Hay dos opciones de tratamiento para la enfermedad renal en fase terminal: la diálisis y el trasplante de riñón.Los médicos intentan posponer estas opciones el mayor tiempo posible porque ambas conllevan graves riesgos.

La diálisis es un sistema para filtrar los productos de desecho y el exceso de líquidos de su sangre. Hay varias formas de hacerlo. Los dos tipos principales de diálisis son la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. En la hemodiálisis, la sangre se filtra fuera del cuerpo, en una máquina. En la diálisis peritoneal, se llena la cavidad abdominal con una solución especial a través de un catéter. La solución absorbe el exceso de líquido y los desechos antes de ser drenada de su cuerpo. Como la diálisis suele tener que hacerse varias veces a la semana, supone un gran cambio en el estilo de vida. La diálisis también conlleva un riesgo de infección.

El trasplante de riñón es más conveniente que la diálisis, si se puede encontrar un riñón de donante adecuado. El donante tiene que tener el mismo tipo de sangre que usted. Un riñón de un hermano vivo u otro pariente cercano suele ser lo mejor. También puede recibir el riñón de un donante fallecido. Sin embargo, los trasplantes de riñón también conllevan un gran riesgo de infección porque necesitarás inmunosupresión de por vida.

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