Gastritis

Estadounidense Pharm. 2017;42(12):11.

Gastritis es un término utilizado para describir una inflamación del revestimiento del estómago. La inflamación se produce cuando las células del revestimiento del estómago se irritan o se dañan. Algunas células del revestimiento del estómago producen una mucosidad protectora, y cuando se dañan, se produce menos mucosidad, dejando el estómago inadecuadamente protegido contra los ácidos digestivos. La exposición a los ácidos digestivos provoca más inflamación e irritación, lo que puede provocar la erosión del revestimiento del estómago y, en última instancia, la aparición de úlceras. Además de tratar o eliminar la causa subyacente de la inflamación, se utilizan medicamentos para neutralizar el ácido estomacal y reducir la cantidad de ácido producido para ayudar a la curación del estómago.

Prevalencia y causa

Una causa común de gastritis es la infección por Helicobacter pylori, la bacteria que causa las úlceras. Otros factores de riesgo son el consumo excesivo de alcohol, los vómitos frecuentes, los medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), el estrés, la radiación para el tratamiento del cáncer, las enfermedades autoinmunes y algunos procedimientos médicos. La gastritis aguda, o repentina, es el tipo más común, ya que se da en 8 de cada 1.000 personas, mientras que la gastritis crónica, de desarrollo más lento, es mucho menos común, ya que sólo se da en 1 de cada 10.000 personas.

La gastritis no siempre es sintomática, e incluso cuando se producen síntomas, no son los mismos en todas las personas. Los síntomas más frecuentes son náuseas, vómitos, indigestión, falta de apetito y dolor o molestias en la parte superior del abdomen. No existen pruebas definitivas para detectar la gastritis; los médicos se basan en la historia clínica y la exploración física del paciente para hacer un diagnóstico preciso. A veces, se utiliza una endoscopia superior para ayudar al diagnóstico. Durante una endoscopia, se pasa un tubo fino y flexible con una luz y una cámara en el extremo a través de la boca hasta el estómago, lo que permite ver directamente el revestimiento del estómago.

El mejor tratamiento es la prevención

Cuando se conoce la razón específica subyacente de la gastritis, los médicos se centran primero en resolver la causa. Por ejemplo, cuando la bacteria H pylori es el origen de la gastritis, se prescriben antibióticos; si la causa es la aspirina u otro medicamento, se suspende esa medicación. Una vez resuelto el problema subyacente, la gastritis puede mejorar rápidamente. Para mejorar los síntomas de la gastritis pueden utilizarse medicamentos como los antiácidos. Funcionan neutralizando el ácido del estómago y reduciendo la cantidad de ácido producido por el estómago.

H pylori se transmite de persona a persona a través de la transmisión fecal-oral. La infección puede producirse cuando la materia fecal de una defecación es ingerida por una persona que no se lava las manos. La bacteria también puede pasar de las manos sucias a superficies como las encimeras y los pomos de las puertas, donde se transmite a otra persona. En ambos casos, H pylori se ingiere junto con los alimentos. El hábito de lavarse las manos con regularidad puede contribuir en gran medida a prevenir la infección por H pylori y la consiguiente gastritis.

Aunque los AINE (aspirina, ibuprofeno, naproxeno) disminuyen el dolor y la inflamación, también interfieren con una hormona necesaria para producir el moco que protege el revestimiento del estómago. Utilizar la menor dosis efectiva de AINE durante el menor tiempo posible es otra de las mejores prácticas para reducir el riesgo de gastritis.

No deje que la gastritis se vuelva crónica

La gastritis crónica o no tratada puede provocar hemorragias en el estómago, úlceras que pueden perforarse y causar infecciones en el abdomen, y náuseas y vómitos causados por obstrucciones. Además, la infección crónica por H pylori aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de estómago. Se pueden tomar algunas medidas para curar el revestimiento del estómago una vez que se produce la gastritis. Comer comidas más pequeñas a lo largo del día, en lugar de tres comidas grandes, puede minimizar la producción de ácido estomacal. La reducción del consumo de alcohol disminuirá la irritación y la inflamación del revestimiento del estómago. Dejar de fumar y reducir el estrés también puede ayudar a reducir el daño en el revestimiento del estómago que causa la gastritis. Comer verduras de la familia de la col puede ayudar a combatir el H. pylori porque contienen sulforafano, una sustancia conocida por sus efectos antibacterianos. Si tiene preguntas sobre el tratamiento o la prevención de la gastritis, su farmacéutico local puede ayudarle.

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