El Mont-Saint-Michel, a pocas horas de París, es famoso por su abadía medieval encaramada en un peñasco en su igualmente famosa Bahía de Normandía. Con Paris City Vision, podrá aprovechar su estancia en París para explorar este monumento único e histórico en una visita guiada con salida desde París.
Mont-Saint-Michel, un lugar turístico excepcional
Algunos destinos turísticos parecen liberarse de su frecuentación, preservando la esencia misma de su alma de la alta afluencia, escapando de millones de turistas y del paso del tiempo para ofrecer a cada visitante una belleza virgen de cualquier depredación. El Mont-Saint-Michel, que se puede visitar en un día desde París, es uno de esos lugares intemporales. Es una inmersión conmovedora en el tiempo, el enfrentamiento entre los hombres y la naturaleza que da la impresión del fin del mundo.
Una roca fortificada entre Bretaña y Normandía
A sólo 224 millas de París, el Mont-Saint-Michel es el segundo sitio turístico más visitado de Francia con 3,5 millones de visitantes cada año, ¡20.000 de los cuales acuden a la abadía benedictina cada día durante el verano! A veces isla, a veces roca varada en medio de un mar de arena, es el personaje central de un cuadro que se reconstruye hora a hora, cuando las olas del océano vienen a juntarse con los ríos el Couesnon, el Sélune y la Sée vagando entre extensiones arenosas y praderas de sal donde, desde hace siglos, pasan rebaños de ovejas. Se dice que la marea puede ir tan rápido como un caballo al galope cuando el Canal de la Mancha asalta esta maravilla esculpida por la naturaleza y transformada por el fervor de los hombres.
A pesar de la gran afluencia de gente, llegar hasta allí con Paris City Vision es una forma segura de explorarla por completo con un guía que no dejará pasar ningún detalle; aprenderá mucho sobre la historia de la abadía y la bahía que la rodea, cuyas mareas se suman a la naturaleza inherente y mística del lugar. Una vez que su autocar llegue allí, tomará una lanzadera que cruzará la bahía por un sorprendente puente, o podrá optar por caminar para descubrirla más progresivamente. Aparcamientos para coches, lanzaderas, puente, esas mejoras salvaron esta maravilla natural del encenagamiento y permiten seguir disfrutando de este mágico lugar.
La abadía, entre la atracción turística y la vida espiritual
Hasta donde llega la memoria de los hombres, la espiritualidad siempre ha sido muy fuerte en estas tierras salvajes y recónditas.
Su situación geográfica, entre el cielo, el mar y la tierra, ya fascinaba a nuestros lejanos antepasados: habría acogido, hace tiempo, prácticas de culto druídico y una roca pagana habría sido arrancada por Aubert en el monte Tombe.
Pero la notoriedad del lugar descansa en su vivísima vida espiritual. Desde la Alta Edad Media y a principios del siglo VIII, el antiguo Mont-Tombe alberga un primer oratorio dedicado al arcángel Miguel que da nombre al lugar y toma el nombre de Mont-Saint-Michel-au-péril- de-la-Mer. El prestigio de este primer monumento religioso se ve reforzado por la leyenda que rodea su construcción: la implantación cristiana en este lugar excepcional habría sido deseada por el arcángel en persona, apareciéndose en sueños al obispo Saint-Aubert y marcándole en la frente para atestiguar el carácter místico de sus sueños.
Si entre los innumerables visitantes que van de excursión al Mont-Saint-Michel, desde París o el resto de Francia, son pocos los que pueden dar testimonio de una fe ardiente y acuden allí por motivos religiosos, la majestuosidad de la abadía, basada en sucesivas construcciones repartidas a lo largo de varios siglos, contribuye en gran medida a la popularidad del lugar. La estatua de San Miguel matando al dragón, dorada con oro fino y elevada sobre la base de más de 4,6 metros con sus alas, culmina todavía hoy a más de 156 metros sobre el mar, rozando las nubes.
Más que una isla rocosa
Su situación geográfica, que la sitúa en la frontera entre los ducados de Normandía y Bretaña, ha hecho de esta isla rocosa una apuesta estratégica de importancia. Sus murallas, construidas en el siglo XIII y luego reforzadas y modificadas varias veces, la protegían de los ataques. Asediado en 1424 durante la Guerra de los Cien Años, el Monte resistirá los ataques durante diez años, la batalla magistralmente dirigida por Montois Louis d’Estouteville en 1434 puso definitivamente el Monte a salvo de los asaltos ingleses que renunciarán a tomar esta fortaleza por la fuerza. Su prestigio como centro religioso decayó con la Reforma, y cuando estalló la Revolución Francesa apenas quedaban monjes viviendo allí. En ese momento, la abadía fue cerrada y convertida en prisión. La prisión se cerró en 1863 y el lugar se convirtió en monumento histórico en 1874.
Entre los restos de estos tiempos turbulentos, todavía se puede ver la muralla exterior fortificada. El conjunto de la arquitectura contribuye plenamente a la atmósfera medieval del lugar.
Excursión de un día a Mont-Saint-Michel desde París
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Visita un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Admire la campiña normanda durante su viaje y llegue al Mont-Saint-Michel relajado y listo para almorzar… ¡con vistas, por supuesto! Descubrirá la abadía del siglo VIII y su historia, así como su iglesia abacial y su isla, inscrita en el Patrimonio Mundial de la UNESCO, con un guía-intérprete que le llevará a pie. A continuación, podrá deambular libremente, explorar el islote rocoso y sus murallas, hacer fotos y admirar la vista sobre un hermoso paisaje. La bahía es famosa por sus espectaculares mareas que marcan el ritmo de la vida cotidiana local. El pueblo es muy animado con sus restaurantes, como el famoso Mère Poulard, sus tiendas y comercios.
Hacer una reserva con Paris City Vision significa garantizar un día fabuloso, con todos los servicios incluidos por un precio fijo que incluye el transporte, el almuerzo en un restaurante del lugar y la visita a la abadía en 7 idiomas. La oportunidad de empaparse de la cultura normanda mientras visita el Mont-Saint-Michel desde París: más que una excursión turística, un verdadero paréntesis encantado durante sus vacaciones en Francia.
También puede optar por una oferta que incluye los traslados de ida y vuelta a su hotel en minibús.
Excursiones que integran el Mont-Saint-Michel
Aunque su estancia en París sea breve, no se pierda esta visita a Normandía. Si opta por el tour de descubrimiento de 2 días que le llevará no sólo a este sitio excepcional, sino también a las ciudades de Saint-Malo, Rouen, Honfleur y las playas del día D con una noche en un hotel de 3 estrellas, aprenderá todo sobre la historia de Normandía, su arquitectura y sus famosos monumentos.
Los amantes del patrimonio también pueden optar por recorridos turísticos tras las huellas del rico patrimonio de Francia: descubrir recorridos llave en mano que incluyen la visita a los castillos del Loira y del Mont-Saint-Michel desde París y revivir los esplendores de la Historia de Francia, desde la Edad Media hasta el Renacimiento.