Conservación
El esturión de lago fue una vez abundante en todo el sistema de los Grandes Lagos hasta que la sobrepesca en el siglo XIX y principios del XX diezmó sus poblaciones. En 1994, el esturión de lago fue designado como especie amenazada en Michigan, lo que marcó el inicio de los programas de recuperación para intentar revivir la población. Sin embargo, el esturión de lago tiene rasgos reproductivos que dificultan la rehabilitación de la especie, como el retraso en la maduración y la interrupción periódica de los ciclos de desove. Para empeorar las cosas, esta especie se enfrenta ahora a otros impactos negativos por la contaminación, la destrucción de las principales fuentes de alimento y las especies acuáticas invasoras, impactos que probablemente se agravarán con el cambio climático.
Se espera que el cambio climático amenace aún más a este pez, ya que el aumento de la temperatura del agua disminuye en gran medida la calidad y la cantidad de los hábitats de desove y cría. La variabilidad climática también podría alterar el momento de la reproducción del esturión y la duración de los períodos óptimos de crecimiento de los peces, ya que las señales ambientales cambian y el calentamiento de las aguas afecta a los procesos ecológicos de los arroyos y a la salud del ecosistema. El esturión de lago también es vulnerable a los cambios en los niveles de agua y al aumento de la escorrentía asociados con el tiempo extremo y el cambio climático.
Los pescadores pueden ayudar al esturión de lago liberando a los peces si los capturan. Además, mediante la limpieza de los equipos recreativos y el uso de la tecnología de lastre limpio, la gente puede ayudar a prevenir la propagación de especies invasoras y enfermedades que amenazan a estos peces.