Los griegos lo llamaron caquexia, que significa «mala condición». Y aquellos que sufren los temibles efectos secundarios del síndrome de desgaste -pérdida de peso inexplicable, atrofia muscular, disminución del apetito, anemia e inflamación- siguen sin tratamiento. He aquí cómo saber si usted o alguien que conoce puede tener esta afección. (Si está perdiendo peso sin intentarlo, podría tener un problema de salud subyacente.)
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¿Qué es el síndrome de desgaste?
La caquexia, también llamada «síndrome de desgaste», es un trastorno metabólico que provoca el deterioro de los músculos. Es estimulada por una condición o enfermedad preexistente que hace que el sistema inmunológico del paciente se active y se vuelva catabólico para el cuerpo, esencialmente volviéndose contra sí mismo y comiendo el cuerpo. Tales condiciones incluyen enfermedades graves como el cáncer, enfermedades autoinmunes (como la artritis reumatoide), enfermedades cardíacas, enfermedades infecciosas (como el VIH / SIDA, la malaria y la tuberculosis) y la diabetes.
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Y la caquexia, aunque no se entiende del todo, tampoco es infrecuente. El síndrome afecta a muchos pacientes con enfermedades en fase avanzada, incluyendo el 5-15% de las personas con insuficiencia cardíaca crónica o enfermedad pulmonar obstructiva crónica y hasta el 60-80% de las personas con cánceres avanzados, según la Sociedad de Sarcopenia, Caquexia y Trastornos de Desgaste (SCWS). (Aquí hay 10 maneras de prevenir las enfermedades del corazón.)
«Tom Hanks en Filadelfia es una muy buena representación de la caquexia», dice el doctor Stefan D. Anker, presidente de la SCWS. En la película de 1993, el personaje de Hanks se vuelve débil, frágil y demacrado debido a la gravedad del VIH/SIDA. «Todos estos son síntomas característicos de alguien que sufre caquexia», dice Anker.
Dependiendo de la condición médica subyacente, la caquexia -un síndrome secundario- causa una rápida pérdida de peso en cortos períodos de tiempo. El diagnóstico médico de caquexia se define como una pérdida de peso superior al 5% del peso corporal en 12 meses o menos en presencia de una enfermedad crónica, dice el SCWS.
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Cómo afecta al organismo
«La caquexia es producida por las células del sistema inmunitario que segregan un aumento de los niveles de unas sustancias llamadas citoquinas», dice el doctor Kenneth Gruber, profesor del Departamento de Farmacología y Fisiología Médica de la Universidad de Missouri. «Las citoquinas actúan en el cerebro para producir el metabolismo elevado y la disminución del apetito».
Bajo el estrés, las células se inflaman y el cuerpo comienza a atacar su tejido proteico, muscular y graso. «La pérdida de músculo esquelético es el síntoma más evidente de la caquexia», dice Gruber.
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Sin embargo, no es la pérdida de músculo lo que hace que la caquexia se convierta en algo fatal.
«La caquexia provoca un fallo multiorgánico», explica Gruber. «Piensa que elevar el metabolismo en las células de tu cuerpo es el equivalente a hacer funcionar (constantemente) el motor de tu coche a altas revoluciones: al final conduce a un fallo del motor.»
Es una afección grave para quienes padecen enfermedades ya peligrosas. Un estudio de 2013 titulado «La caquexia: es un importante problema de salud pública: frecuente, costoso y mortal», publicado en el Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle, descubrió que «la caquexia aumenta la mortalidad en las enfermedades crónicas y está presente en cerca del 30% de los pacientes que mueren»
Los pacientes con cáncer tienen el mayor porcentaje de muertes: Un tercio morirá por los efectos de la caquexia, según el Instituto Nacional del Cáncer. (Conoce estos 10 síntomas del cáncer que la mayoría de la gente ignora)
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Cómo tratarla
Todavía no existe una cura farmacológica para la caquexia, pero la investigación está en marcha y es muy demandada en todo el mundo.
Un estudio reciente realizado en ratones por investigadores de la Universidad de Iowa descubrió que los compuestos del orégano y el tomillo ayudaban a promover un aumento de la masa muscular al inducir el ciclo del calcio -similar a cuando hacemos ejercicio y movemos los músculos-.
«Estos compuestos pueden beneficiar teóricamente a esta enfermedad», dice el doctor Rajan Sah, investigador principal y profesor asistente de Medicina Interna y Fisiología Molecular y Biofísica en la Universidad de Iowa. Por ello, se está buscando un tratamiento de venta libre para combatir la caquexia.
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Gruber y su equipo de investigación en la Universidad de Missouri también están probando en animales un prometedor tratamiento farmacológico que funciona para bloquear los efectos secundarios del aumento de los niveles de citoquinas causados por el síndrome de desgaste. El fármaco funciona creando una barrera protectora en el cerebro que impide la sobreestimulación del sistema de la melanocortina, responsable de la regulación del metabolismo.
Pero los cambios en el estilo de vida, incluida la mejora de la nutrición y los ejercicios específicos, también son importantes para los pacientes con caquexia.
Deberían «aumentar la ingesta de calorías, en particular de proteínas de alta calidad, y los ejercicios de resistencia», dice el doctor Simon Wing, profesor de endocrinología y metabolismo en la Universidad McGill. También se recomienda a los pacientes con caquexia que consuman alimentos ricos en aminoácidos, que favorecen el crecimiento y la producción muscular. (Estas son las 6 proteínas en polvo más saludables para tu batido)
«Aumentar la ingesta calórica no revierte realmente la caquexia», dice Gruber. Sin embargo, puede ayudar a combatir una mayor degradación y dar al cuerpo energía en lugar de agotarla.
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La buena noticia
Aunque el síndrome de desgaste suene aterrador, puede prevenirse mediante la detección y el tratamiento tempranos de las afecciones crónicas que lo provocan. Considere esto como otra razón importante para mantener las revisiones periódicas con sus médicos.
«Las enfermedades se tratan más eficazmente con la detección temprana», subraya Gruber. Manténgase al día en su calendario de vacunación y recuerde hacerse revisiones periódicas para detectar enfermedades crónicas.