Los eosinófilos son las principales células efectoras del sistema inmunitario. Desempeñan un papel beneficioso en la defensa del huésped contra los nematodos y otras infecciones parasitarias y participan activamente en muchas respuestas inmunitarias. Sin embargo, los eosinófilos también pueden ser perjudiciales como parte del proceso inflamatorio de la enfermedad alérgica.
La acumulación de eosinófilos y su activación inadecuada causan síntomas y patología en el asma alérgica. Los eosinófilos constituyen aproximadamente el 0,5-1% de los glóbulos blancos (leucocitos) en los individuos normales, pero esta proporción suele aumentar hasta el 3-5% en las personas con síntomas alérgicos, y puede ser mucho mayor en las personas expuestas a gusanos parasitarios.
Los eosinófilos humanos tienen aproximadamente 8μm de diámetro y se identifican por su núcleo bialobulado, su tinción rosa con eosina y sus gránulos citoplasmáticos característicos. La diferenciación de los progenitores hematopoyéticos a eosinófilos en la médula ósea se rige por SCF, IL-3, IL-4, GM-CSF y CCL11. La IL-5 y el CCL11 actúan entonces conjuntamente para impulsar la diferenciación final, la maduración y la liberación de eosinófilos desde la médula ósea al torrente sanguíneo.
Figura 1. Biología de los eosinófilos
Los eosinófilos expresan una serie de receptores, por ejemplo CCR3, el receptor para CCL11, que les permiten responder a una multitud de citoquinas, quimiocinas y mediadores lipídicos. Los eosinófilos son reclutados desde la sangre hacia los tejidos en los sitios de inflamación. Al activarse, los eosinófilos pueden liberar una serie de mediadores inflamatorios (Figura 1). Las proteínas citotóxicas MBP, ECP, EDN y EPO son exclusivas de los eosinófilos y son importantes en la defensa contra las infecciones parasitarias extracelulares, pero también pueden causar un daño tisular excesivo en condiciones alérgicas. Existen muchas estrategias para limitar el daño tisular relacionado con los eosinófilos (Figura 2).
Figura 2. Estrategias para la inhibición de la inflamación de los eosinófilos