por Matt Gibson
Acerca de la marchitez bacteriana
La marchitez bacteriana es una enfermedad del tomate causada por la bacteria patógena Ralstonia Solanacearum. Es muy común en suelos arenosos y húmedos, como las condiciones de la costa sur de los Estados Unidos. La bacteria reside en el suelo y se abre paso muy rápidamente a través de las raíces y el tallo de la planta.
La marchitez bacteriana es a menudo el resultado de una planta que se ha lesionado, cortado o debilitado por los insectos o el desgaste por la manipulación. Cuando está infectada, la bacteria se acumula y obstruye los tallos de la planta, impidiendo que el agua y los nutrientes lleguen a las hojas, matando efectivamente a la planta.
Causas y síntomas del marchitamiento bacteriano
Las hojas más jóvenes son las primeras en mostrar signos de infección y comienzan a marchitarse durante las horas más calurosas del día. Esto suele pasar desapercibido ya que las hojas permanecen verdes durante la infección. Con el tiempo, el marchitamiento se hará obvio, pero una vez que se note que ocurre, es probable que toda la planta haya empezado a marchitarse y pronto morirá. La marchitez bacteriana tiende a producirse cuando el tiempo es extremadamente caluroso y hay un alto nivel de humedad debido a las lluvias recientes, lo que deja el suelo húmedo. El marchitamiento bacteriano también es común en áreas con un pH alto del suelo.
La marchitez bacteriana se puede diagnosticar cortando el tallo en la base de la planta y buscando tejido descolorido. Suspenda los tallos sospechosos en un vaso de agua para comprobar si hay marchitez bacteriana. Los tallos infectados rezuman una sustancia blanca y viscosa en el agua a los pocos minutos de ser sumergidos.
Tratamiento y control de la marchitez bacteriana
No se conocen controles químicos eficaces para la marchitez bacteriana. A medida que las plantas mueren, el patógeno bacteriano se libera en el suelo, por lo que lo más importante que puede hacer para evitar la propagación de la marchitez bacteriana es eliminar las plantas enfermas tan pronto como note que se marchitan. No abone estas plantas, sino deséchelas inmediatamente y limpie y desinfecte cualquier herramienta utilizada en el proceso de retirada y eliminación.
Así que, como no hay forma de curar las plantas infectadas, la mejor forma de controlar la marchitez bacteriana es practicar métodos de prevención. Utilice buenos controles culturales para mantener la marchitez bacteriana fuera de su jardín y de sus tomates. Aquí hay algunas maneras de prevenir los problemas de marchitez bacteriana:
- Rotee sus cultivos regularmente
- Instale camas elevadas
- Espacie las plantas uniformemente para mejorar la circulación del aire
- Pruebe el suelo y enmiende a un pH de 6,2 a 6.5 para los tomates y la mayoría de las hortalizas
- Lávese las manos y las herramientas de jardinería después de manipular las plantas infectadas
- Si los problemas persisten con la enfermedad transmitida por el suelo, intente cambiar a la jardinería en contenedores utilizando una mezcla comercial estéril para macetas.
Preguntas frecuentes sobre la marchitez bacteriana
La marchitez bacteriana es una enfermedad causada por la bacteria patógena Ralstonia Solanacearum y se encuentra más comúnmente en suelos húmedos y con mucha arena. La marchitez bacteriana, a diferencia de la marchitez por fusarium, ataca a la planta de abajo hacia arriba. Reside en el suelo y ataca rápidamente a la planta de tomate desde las raíces, subiendo por el tallo y llegando a las hojas de la planta, provocando su marchitamiento. Se propaga a través del agua contaminada, el suelo, el material vegetal infectado y el equipo.
¿Qué causa la enfermedad del marchitamiento?
El marchitamiento es un síntoma de enfermedad de las plantas que se debe a la pérdida de agua en los tallos y las hojas, y es el resultado de la propagación de bacterias, hongos y virus en las plantas.
¿Qué aspecto tiene el marchitamiento del tomate?
Los primeros síntomas del marchitamiento del tomate aparecen cuando el fruto empieza a madurar, incluyendo hojas amarillentas y marrones, crecimiento atrofiado de las hojas y follaje marchito. Los primeros signos son que las hojas inferiores de la planta se vuelven amarillas. Esto ocurre a veces sólo en un lado de la planta, o en un lado de una rama en particular. Al amarillamiento le sigue el marchitamiento de las hojas y del tallo.
¿Cómo revivir una planta de tomate marchita?
Para revivir rápidamente una tomatera marchita, riéguela inmediatamente. Mueva la tomatera si está cerca de un nogal, ya que el nogal emite una toxina llamada juglona, que entra en el suelo y puede afectar a las plantas de alrededor. Abone el suelo antes de plantar los tomates y de nuevo cuando empiece a dar frutos.
Esta información no se aplica a las plantas de tomate que se están marchitando debido a la marchitez bacteriana. No se puede revivir una planta infectada por la marchitez bacteriana. Lo mejor que puede hacer cuando tiene una planta de tomate infectada con marchitez bacteriana es deshacerse de ella inmediatamente.
¿Cómo se arreglan los tomates que se marchitan?
La razón más común para que los tomates se marchiten es la deshidratación. La falta de agua suficiente puede hacer que una planta de tomate, y sus frutos, se marchiten en poco tiempo. Asegúrese de proporcionar a su planta el agua suficiente para evitar que los frutos se marchiten. Los tomates necesitan al menos cinco centímetros de agua a la semana, ya sea por lluvia o por riego manual.
¿Cómo controlar la enfermedad del marchitamiento?
Hay muchas prácticas que puede hacer para ayudar a controlar y prevenir la enfermedad del marchitamiento. Plantar variedades resistentes cuando estén disponibles. Rote los cultivos con frecuencia. Retire cualquier planta infectada del jardín inmediatamente después de que se dé cuenta. Limpie y esterilice cualquier herramienta de jardín que se utilice para retirar las plantas infectadas. Utilice un insecticida para controlar las plagas del jardín que propagan las enfermedades que provocan el marchitamiento. Si los problemas persisten, intente instalar camas elevadas y utilizar tierra nueva. También puedes probar a cultivar tus tomateras en contenedores. Analiza y corrige la tierra para que tenga un pH entre 6,2 y 6,5. Espacia las nuevas plantas para que tengan mucho espacio y así favorecer la circulación del aire. Si has probado todo y sigues teniendo problemas de marchitez, la solarización de tus camas de jardín puede ser la respuesta.
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