El suelo pélvico

Las vísceras pélvicas (vejiga, recto, órganos genitales pélvicos y parte terminal de la uretra) residen dentro de la cavidad pélvica (o pelvis verdadera). Esta cavidad se encuentra dentro de la parte menor de la pelvis, por debajo del borde pélvico.

Una serie de músculos ayudan a formar las paredes de la cavidad: las paredes laterales incluyen el obturador interno y el músculo pirforme, y este último también forma la pared posterior

En este artículo, veremos la anatomía de los músculos que forman el revestimiento inferior de la cavidad; los músculos del suelo pélvico. El suelo pélvico también se conoce como diafragma pélvico.

Veremos las funciones individuales de estos músculos, su inervación e irrigación sanguínea y cualquier correlación clínica.

Fig 1 – Una visión general de la cavidad pélvica y sus paredes. Obsérvese la forma de embudo del suelo pélvico.

Nota: algunos textos consideran que el suelo pélvico incluye la membrana perineal y la bolsa perineal profunda. Nosotros los hemos considerado como estructuras distintas y separadas.

Estructura del suelo pélvico

El suelo pélvico es una estructura en forma de embudo. Se adhiere a las paredes de la pelvis menor, separando la cavidad pélvica del periné inferiormente (región que incluye los genitales y el ano).

Para permitir la micción y la defecación, existen unos huecos en el suelo pélvico. Hay dos «huecos» que tienen importancia:

  • Hiato urogenital – un hueco situado en la parte anterior, que permite el paso de la uretra (y la vagina en las mujeres).
  • Hiato rectal – un hueco situado en el centro, que permite el paso del canal anal.

Entre el hiato urogenital y el canal anal se encuentra un nudo fibroso conocido como cuerpo perineal, que une el suelo pélvico con el perineo (descrito más adelante).

Funciones

Como suelo de la cavidad pélvica, estos músculos tienen importantes funciones en el correcto funcionamiento de las vísceras pélvicas y abdominales.

Las funciones de los músculos del suelo pélvico son:

  • Sostener las vísceras abdominopélvicas (vejiga, intestinos, útero, etc.) a través de su contracción tónica.
  • Resistencia a los aumentos de presión intrapélvica/abdominal durante actividades como toser o levantar objetos pesados.
  • Continencia urinaria y fecal.Las fibras musculares tienen una acción de esfínter sobre el recto y la uretra. Se relajan para permitir la micción y la defecación.

Músculos

Al conocer los músculos del suelo pélvico, es importante tener en cuenta su estructura en forma de embudo. Hay tres componentes principales del suelo pélvico:

  • Músculos del elevador del ano (componente más grande).
  • Músculo coxígeo.
  • Cubiertas de fascia de los músculos.
    • Ahora consideraremos cada uno de estos componentes con más detalle.

      Músculos del elevador del ano

      Inervados por la rama anterior de S4 y ramas del nervio pudendo (raíces S2, S3 y S4).

      El elevador del ano es una amplia lámina muscular. Se compone de tres músculos pares separados; el pubococcígeo, el puborectal y el iliococcígeo.

      Estos músculos tienen fijaciones en la pelvis de la siguiente manera:

      • Anterior – cuerpos púbicos de los huesos pélvicos.
      • Lateralmente – fascia engrosada del músculo obturador interno, conocida como arco tendinoso.
      • Posteriormente – espinas isquiáticas de los huesos pélvicos.
      • Puborectalis

        El músculo puborectalis es un cabestrillo en forma de U, que se extiende desde los cuerpos de los huesos pubianos, pasando por el hiato urogenital, alrededor del canal anal. Su contracción tónica dobla el canal anteriormente, creando el ángulo anorrectal (90 grados) en la unión anorrectal (donde el recto se une al ano).

        La función principal de este músculo grueso es mantener la continencia fecal – durante la defecación este músculo se relaja.

        Algunas fibras del músculo puborrectal (fibras prerrectales) forman otro cabestrillo en forma de U que flanquea la uretra en el hombre y la uretra y la vagina en la mujer (en algunos libros de texto aparecen como pubovaginalis o sphincter urethrae / vaginae). Estas fibras son muy importantes para preservar la continencia urinaria, especialmente durante el aumento brusco de la presión intraabdominal, es decir, durante los estornudos.

        Fig 2 – Vista superior (a ojo de pájaro) del suelo pélvico. Obsérvense las fibras prerrectales del puborectal.

        Pubococcígeo

        Las fibras musculares del pubococcígeo son el principal constituyente del elevador del ano. Nacen del cuerpo del hueso púbico y de la cara anterior del arco tendinoso. Las fibras recorren el margen del hiato urogenital y discurren posteromedialmente, uniéndose al cóccix y al ligamento anococcígeo.

        El iliococcígeo tiene fibras musculares finas, que nacen anteriormente en las espinas isquiáticas y en la cara posterior del arco tendinoso. Se unen posteriormente al coxis y al ligamento anococcígeo.

        Esta parte del elevador del ano es el verdadero «elevador» de los tres: su acción eleva el suelo pélvico y el canal anorrectal.

        Coccígeo

        Inervado por las ramas anteriores de S4 y S5.

        El coccígeo (o isquiococcígeo) es el componente más pequeño y posterior del suelo pélvico -ya que los músculos elevadores del ano se sitúan en la parte anterior.

        Se origina en las espinas isquiáticas y se dirige a la cara lateral del sacro y el cóccix, a lo largo del ligamento sacroespinoso.

        Fig 3 – Corte sagital de la pelvis, mostrando una vista lateral del suelo pélvico y las paredes.

        Relevancia clínica: Disfunción del suelo pélvico

        La disfunción del suelo pélvico se refiere a una serie de signos y síntomas que se relacionan con el funcionamiento anormal de los músculos del suelo pélvico.

        En las mujeres, los músculos del suelo pélvico sostienen la uretra, la vagina y el canal anal. El debilitamiento de estos músculos puede resultar en una pérdida de apoyo estructural a estos órganos – presentándose como:

        • Incontinencia urinaria
        • Incontinencia fecal
        • Prolapso genitourinario
        • Dolor pélvico
        • Disfunción sexual
          • Se entiende que las causas de la disfunción del suelo pélvico son multifactoriales e incluyen traumatismos obstétricos, el aumento de la edad, la obesidad y el esfuerzo crónico.

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