El agua, ¿se estropea alguna vez?

Si alguna vez has dejado una botella de agua en un coche caliente durante unas horas, sabes que el sabor del agua puede cambiar -a veces en algo que es un poco desagradable y de plástico. Pero, ¿el agua se estropea alguna vez? La respuesta corta es que no. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) es la responsable de regular la seguridad del agua embotellada y, como explicaron los reguladores de la FDA en 2002, «se considera que el agua embotellada tiene una vida útil de seguridad indefinida» si se embotella de acuerdo con las prácticas actuales y «se almacena en un recipiente sin abrir y debidamente sellado». Por eso, la FDA no exige técnicamente fechas de caducidad en las botellas de agua.

La mayoría de las botellas de agua, sin embargo, sí llevan estampadas fechas de caducidad, lo que podría hacer pensar que el agua sí se estropea. Pero eso no es más que una estandarización de los envases, tal y como exige un estado: Nueva Jersey. Como explica Matt Soniak para Mental Floss, «una ley del estado de Nueva Jersey de 1987 exigía que todos los productos alimenticios que se vendieran allí mostraran una fecha de caducidad de dos años o menos desde la fecha de fabricación», incluso si el alimento era indefinidamente estable, como el agua. Así que, en lugar de fabricar botellas de agua sólo para Nueva Jersey, los fabricantes de botellas de agua simplemente empezaron a estampar en todas sus botellas una fecha de caducidad de dos años.

Aunque técnicamente se puede beber una botella de agua sin abrir mucho después de la fecha de caducidad de dos años, eso no significa que el agua vaya a tener un buen sabor. Ese sabor extraño que se obtiene cuando se bebe agua que ha estado fuera durante mucho tiempo se debe a un cambio químico. Con el tiempo, el dióxido de carbono se disolverá en el agua y formará ácido carbónico, que dará al agua ese sabor ligeramente ácido y desagradable. Sin embargo, no necesariamente va a enfermarte. Simplemente no tiene buen sabor.

Si estás planeando almacenar enormes cubas de botellas de agua y beberlas en cinco o diez años, recuerda que el plástico no es impermeable y, con el tiempo, existe el riesgo de que las algas o las bacterias se filtren y crezcan en el agua, sobre todo si almacenas las botellas en una zona luminosa y soleada. Por eso, Zane Satterfield, ingeniero científico del Centro Nacional de Servicios Medioambientales de la Universidad de Virginia Occidental, dijo a TIME que «la mayoría de los expertos le dirán que el agua del grifo tiene una vida útil de seis meses». Para estar seguro, reemplaza esos almacenes de botellas de agua sin abrir una vez al año más o menos, y guárdalos fuera de la luz solar directa, como tu sótano o búnker casero.

Y si realmente tienes dudas sobre la seguridad de tu agua potable embotellada durante el apocalipsis, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos recomienda hervir el agua para matar cualquier bacteria antes de beberla o tratarla con una gota de lejía. O, suponiendo que no estés en medio de la lucha por tu lige, podrías simplemente comprar una nueva botella en la tienda.