Fascinante, elegante y misteriosa de ver en el agua, sacar una medusa del agua, y se convierte en una mancha mucho menos fascinante. Esto se debe a que las medusas están formadas por un 95 por ciento de agua.
Sin cerebro, sangre o incluso corazón, las medusas son criaturas bastante simples. Están compuestas por tres capas: una capa exterior, llamada epidermis; una capa intermedia hecha de una sustancia espesa, elástica y gelatinosa llamada mesoglea; y una capa interior, llamada gastrodermis. Un sistema nervioso elemental, o red nerviosa, permite a las medusas oler, detectar la luz y responder a otros estímulos. La sencilla cavidad digestiva de una medusa hace las veces de estómago e intestino, con una sola abertura para la boca y el ano.
Estos sencillos invertebrados son miembros del filo Cnidaria, que incluye criaturas como las anémonas de mar, las fustas de mar y los corales. Como todos los miembros del filo, las partes del cuerpo de las medusas parten de un eje central. Esta «simetría radial» permite a las medusas detectar y responder al alimento o al peligro desde cualquier dirección.
Las medusas tienen la capacidad de picar con sus tentáculos. Aunque la gravedad de las picaduras varía, en los seres humanos, la mayoría de las picaduras de medusa sólo provocan molestias leves.